La hermosa ciudad de Trujillo, Perú, cuna de la hispanidad peruana. Según la organización nacional encargada de los censos en el país altiplánico, Trujillo es la tercera ciudad con mayor población después de Lima y Arequipa. Trujillo se vuelve mas intrigante y mística en las noches bohemias que se viven en sus antiguas calles y modernas tabernas presentes en todos los distritos de la provincia. Te recomiendo ir en meses de verano, si es que te agrada el calor típico latinoamericano, aunque, si lo tuyo es el frío y la llovizna, los meses de invierno las pasarás genial. En Trujillo puedes encontrar casi de todo para disfrutar la noche, bares, discotecas, karaoke, conciertos en vivo y shows para adultos. Eso sí, es imprescindible llevar mascarilla, aún nos encontramos en época de pandemia y, cuando menos para ingresar a los locales, te piden que lleves puesta la mascarilla. También es cierto que, estando dentro, todo el mundo, se retira la mascarilla, pero es algo que yo no escribí aquí, si preguntan.
Si lo que deseas, en realidad, es caminar o conversar con amigos, pareja o familia, Trujillo también es ideal para eso. La ciudad cuenta con bastantes áreas de esparcimiento: parques, plazas, zonas peatonales, malecones cerca a la playa. Dependiendo del distrito a donde quieras ir deberás tener cuidado por la delincuencia que puede existir. En la zona urbana por ejemplo, es muy tranquilo por las noches, pero en los distritos más alejados como El Porvenir o La Esperanza si deberías tener un poco de cuidado. Pero de día si es recomendable ir a caminar por ahí, por sus plazas y calles principales.
La plaza de armas de Trujillo (en la foto) no sólo podrás vivir la experiencia de caminar por las noches sino también de disfrutar la arquitectura colonial que predomina en la zona, muy bien conservada e #instagrameable por donde se vea.
Como toda ciudad moderna, Trujillo también está decorada con la infaltable marca #graffitera nacional. Las bases del bypass elevado que cruza el óvalo Grau sirven de lienzo para estas exquisitas obras de arte. Caminar por ahí en las noches frías, ciertamente es peligroso, pero vale la pena correr el riesgo. Debo confesar que, en todo el tiempo que vivo en Trujillo he logrado conocer casi todos sus distritos de día y de noche, y nunca me ha sucedido absolutamente nada. Los medios nacionales indican que Trujillo se ha convertido en unas de las ciudades más inseguras de Perú, pero, en mi caso, no he tenido ningún problema. Nunca me robaron nada, ni fui víctima de un asalto o algo parecido. Creo que si vas a ir a conocer una ciudad debes conocerla toda, incluyendo el underground que pueda vivirse o sentirse. Te hace sentir vivo.