Para mi desgracia en ese vuelo una de mis peores pesadillas se hizo realidad y tuve una crisis intestinal de esas que no le deseas ni a tu peor enemigo… Al menos pude disfrutar de este interesante paisaje en el aterrizaje y, viendo el lado positivo, llegué sin pancita y aún más lista para ponerme el bikini
Fueron SEIS horas el ir desde Addis Abeba (Etiopía) hasta Cape Town (Sudáfrica) Prácticamente todo el tiempo estuvimos volando sobre tierra, aunque las nubes y la rebelión de mis tripas se encargaron de que prácticamente no pudiera disfrutar el panorama.
¿Cuál fue mi primera parada en Sudáfrica? ¡Un centro de salud!
Mis cuerpo no parecía responder a la dieta de emergencia y, honestamente, tenía MIEDO de no sanarme a tiempo para afrontar TODAS las horas en carretera que me esperaban. Así que Google Mape en mano, busqué un hospital con laboratorio y así arrancaron mis vacaciones… ¡Yupi!
Por suerte el tratamiento que me dio el médico fue SÚPER efectivo, lo cual me permitió seguir con el plan de la jornada y dejar que la segunda parada del día tocara mi corazón isleño, dígase me fui directo y en vivo para LA PLAYA. No, no me sentía del todo bien, pero había decidido que esta aventura la viviría al máximo independientemente de cualquier adversidad y así lo hice. Además, dominicana al fin, el mar es casa y la casa cura el alma.
Quizá el volver a experimentar esa magnífica sensación de sol, arena y sal ayudarían a devolverme la salud (y la paz), pensé.
Ahora te lanzo dos preguntas:
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¿Cuál ha sido el peor viaje de tu vida? ¿Por qué?
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¿Tuviste alguna pesadilla de salud en alguna de tus aventuras?
¡Cuéntame!