LOS COMERCIANTES LOCALES DE POZUELO SON NUESTRAS FLORES
La compra durante el confinamiento por COVID-19
Hoy querría compartir con vosotros la belleza de Las Flores. Con mayúscula, porque me refiero a una galería comercial que lleva este nombre. La esencia de Pozuelo no tiene nada que ver con la visión de “allí viven los ricos” que se vende en los medios. Tenemos la renta per cápita más alta de España, sí. Pero si quitáramos las cifras astronómicas de los futbolistas y famosos de La Finca y las de los empresarios que viven en Somosaguas, los números contarían una realidad muy diferente.
Pozuelo es un pueblo, mejor dicho: dos (tenemos el núcleo urbano de La Estación, que es otro pueblo en sí mismo). Pues bien, basta salir a las calles de Pozuelo Pueblo o Estación, para verificar cuán numeroso es el colectivo de personas de avanzada edad.
En estos días difíciles del confinamiento, la inmensa mayoría no salen de sus casas. Solo los que no han logrado que les lleven la compra. Y es que hace algunas semanas, las principales cadenas de supermercados suspendieron los pedidos por teléfono. A la vez, la compra por internet resultaba poco menos que un infierno: páginas que fallan constantemente, imposibilidad -tras esperas de media hora- de hablar con atención al cliente, y todo tipo de obstáculos. Y si al final se conseguía … ¡sorpresa!, y de las malas: no quedaban franjas de entrega ni tampoco de recogida en tienda.
Muchos mayores y no tan mayores nos sentimos como aquel que se muere de sed, pero a su alrededor solo hay desierto, sin nada en el horizonte que prometa aliviar su situación.
Y aquí es donde florece **el oasis de la Galería Comercial Las Flores. **Se llama así por el nombre de la calle. Habría que preguntarle a la Cronista de la Villa Esperanza Morón por su origen. Pero hoy nos referiremos a ellas en sentido figurado.
Estos héroes locales han reforzado los pedidos telefónicos como nadie, con sus recursos familiares aprovechados a tope. Han hecho felices a cientos de personas que temían no tener fruta fresca, carne, pescado, fiambre, pan.
ESTAS SON ALGUNAS DE LAS CONVERSACIONES QUE SE PUEDEN ESCUCHAR EN EL MERCADO:
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¿Es usted Casimiro, de la carnicería?
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El mismo, señora
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Soy Begoña. Es que quería hacer un pedido pequeño.
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¡No hay pedido pequeño!, le tomo nota.
Gracias, carnicerías –como La Rocha, dignos sucesores del mítico Alfredo- por servir proteínas a Begoña. Por cierto, que la begonia representa la cordialidad y la fidelidad.
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¿Dónde estoy llamando?Es que este móvil no hay quien lo entienda.
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Soy Pedro, de la frutería.
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¿De Maybu? ¿El hijo de Pili, de toda la vida?
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Sí, ¿usted es Eulalia, no?
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¡Cómo me reconoce! Solo quería darle las gracias, lo que me ha traído su hija está justo como lo que quería: los pepinos bien duros, las ciruelas maduritas, ¡y qué sabrosos los tomates! Ah, gracias por el perejil, se me olvidó pedirlo, qué alegría me ha dado.
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Solo faltaba.
Frutería Maybu, allá va nuestra camelia virtual de un rojo pintón, igual que los tomates de Eulalia, como corresponde a la admiración y el reconocimiento por vuestra labor.
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¿Estoy llamando a los Aparicio del Pueblo o de la Estación? Es para saber si puedo pedir el pescado por teléfono. Soy Julio
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¿Qué tal, todo bien en casa, Don Julio? Todos tomamos pedidos, no se preocupe.
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Quería boquerones.
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¿Lo de siempre? Medio kilo de los grandes sin espina y otro medio de pequeños; se los limpio como a usted le gusta.
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Cómo lo sabe. ¿Cuánto es con el envío?
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¡Pero cómo le voy a cobrar el envío!
Familia Aparicio: familia de dalias *.
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¿Dígame? Soy Isidro, de la pollería.
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Quería un cuarto de gallina y huevos… dos cositas nada más.
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¿La gallina es para caldo?
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Sí, que estoy un poco resfriada, y mi hija no puede entrar en casa, por lo del contagio.
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Pues le pongo unas carcasas de pollo, cortesía de la casa. Y a cuidarse, que se mejore.
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Y vaya si me cuidáis. Esta misma mañana en la Droguería Montes me han dicho “señora, yo le llevo a usted lo que quiera, como si es solo una botella de lejía”.
A ellos y a las dos pollerías: que encontréis en la ruta del reparto amapolas amarillas y lirios *
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- La Extremeña,**dígame.¡Buenos días por la mañana!-
Qué buen humor, Miguel. así da gusto. Aquí Braulio.
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¿Padre o hijo?
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Padre, padre … mi hijo está a tope, con los niños en casa y teletrabajando.
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Déjeme adivinar … una cuña de manchego semicurado y cuarto y mitad de york finito, finito … ¡transparente se lo voy a cortar!
Y mientras lo prepara, comentando anécdotas de la histórica Adelina, se ofrece a llevarle cosas de la panadería de enfrente.
Tras esa vitrina, al aroma del jamón ibérico se une el de la alegría: diente de león, gerbera, y jazmín rojo.
Pero Andrés el panadero acaba de fallecer, el coronavirus no entiende de buenas personas: se llevó a este pionero en el servicio. Andrés: todos te recordaremos en tu furgoneta, repartiendo pan y cariño por las casas de Pozuelo.
Y, sin embargo, no hay crisantemos ni tulipanes negros en el mercado, su mirada está puesta en dar vida y seguridad a una generación que merece todo nuestro respeto y nuestro apoyo.
Inspirada por Mª Luz, del Vivero Ventosa de Pisuerga, solo puedo decir a mis ADMIRABLES FLORES DEL MERCADO: GRACIAS POR ESTA PRIMAVERA.
Artículo en inglés “Local Heroes”
Lista en Google Maps COVID-19 “LocalHeroes”: la compra en Pozuelo