Esta ciudad fue una de las primeras escapadas que realice con amigos mientras vivíamos en Galicia y vaya sorpresa que nos llevamos!! Fuimos a inicios de Abril, el clima era bastante nublado y lluvioso pero aún así dimos marcha a un viaje que lo único que tenía planeado era la renta del auto y hostel.
Comenzamos el día llegando a Happy Porto Hostel, un lugar bastante bueno en relación calidad-precio. Las chicas del lugar nos dieron varios tips y fue así como empezamos nuestra visita recorriendo elParque do Horto das Virtudes.
Entre los sitios que visitamos tenemos:
- Centro Portugués de Fotografía
- Museo de Marionetas de Oporto
- Casa del Infante
- Torre de los Clérigos
- Iglesia del Carmen
- Catedral de Oporto
- Jardines del Palacio de Cristal
- Casa da Música
- Monasterio de la Sierra del Pilar
- Jardim do Morro
Cada uno de estos lugares guarda encanto, sin embargo, una de las actividades que más me gustó fue recorrer caminando la Ribeira hasta llegar al Puente Don Luis I. Al anocher la ciudad de torna mágica desde ese sitio podrás encontrar restaurantes con vistas increíbles y pequeñas cavernas con tapas y vino.
En nuestro segundo día de viaje, decidí perderme en el barrio de Bolhao. Sin duda uno de los sitios más populares de esta zona es el Mercado. Al entrar vas a encontrar un montón de puestos de souvenirs y comida local. Los precios son buenos peroooo recomiendo recorrer el mercado y comparar antes de quedarte en primero que veas. Muy a las orillas vas a ver algunos locales vendiendo vinos locales, muchos de ellos te ofrecen explicaciones muy completas para que puedas elegir el correcto o si eres indeciso como yo, puedes optar por cajas con diferentes tipos.
Ya que tienes los chuchulucos y un buen vinito de recuerdo, puedes optar por ir a la famosa Confitería de Bolhao. Las dos veces que pasé cerca de este lugar lo vi totalmente lleno y con mucha razón! Solo tienes que hacer fila, y la parte difícil viene cuando tienes que elegir entre todas las opciones de postres tradicionales que ofrecen sin tardarte tanto ya que la fila de espera a veces puede ser larga y la gente se desespera esperando mesa.
Yo me volví fan de los postres así que después de este lugar continue mi persecución de Pasteis de Belem yendo a otro lugar famoso: Fabrica da Nata A diferencia de la Confiteria, este sitio únicamente ofrece Pasteles de Nata y tiene mayor espacio por si decides quedarte a tomar ahí tu café
Al anochecer llegué de pura “chiripa” a Letraria Porto, un sitio que ofrece cervezas artesanales buenísimas! La cervecería albergaba una exposición de un artista Ucraniano que justamente esa noche estaba ofreciendo un concierto “íntimo”, el cual estuvo g e n i a l La atmósfera con luces bajas, gente disfrutando el momento y las cientos de fotos de viajes colocadas en las paredes hicieron la noche memorable. Les dejo acá un link con un clip del artista que retrata una idea de lo que vivimos esa noche.
En nuestro último día en Oporto, continue perdiéndome entre las callecitas y cruce el Puente Luis I hasta llegar al Monasterio de la Sierra del Pilar. El recorrido está lleno de esquinas fotográficas y sin duda, al llegar a la cima vas a poder disfrutar de una de las vistas más completas del Duero y la ciudad. Cruzando está el Jardín do Morro, otro spot que considerar para cachar atardeceres (siempre y cuando no esté nublado el día
)
Si lo que buscas es un lugar para relajarte, no hay mejor opción que los jardines del Palacio de Cristal. Si bien no hay ningún palacio en ese sitio, los jardines y las vistas que ofrecen merecen la pena 100%. Vas a poder ver pavo reales y muchas especies de flora.
A mí me tocó un día bastante nublado pero era mi última tarde en la ciudad así que agarre camino y fui al primer sitio cercano y abierto que me marcó Google Maps: Casa da Música. WOOW WOW WOW con este lugar! Llegué turbo empapada por la lluvia y con pocas expectativas pero me sorprendió bastante su arquitectura. Este lugar cuenta con salas de conciertos y un restaurante con varias opciones a buen precio
A pesar de que no tuve suerte de apreciar un concierto, no hubo un mejor manera de consentirme que tomando un café expresso doble y mis últimos pasteis de Belém antes de volver a casa.
Y así fue como terminó nuestra escapada! Despedimos Oporto con una tremenda lluvia y un enorme deseo de volver a disfrutar una vez más de sus callecitas, azulejos y vino