¡Descubre la impresionante Cascada de Yaroa en La Cumbre, Santiago!
¡Prepárense para quedar boquiabiertos! Hoy los llevo a un lugar que los dejará sin aliento: una cascada de más de 30 metros de altura escondida en La Cumbre, entre las provincias de Santiago y Puerto Plata. Si son nuevos en mi canal, los invito a explorar mis aventuras anteriores, porque esta es una que no se querrán perder.
La búsqueda de la cascada y el renovado balneario
Todo comenzó cuando mi compañero de aventuras, Rinconcito RD, encontró en redes sociales una cascada que se decía estaba en Yaroa. ¡Y como buenos exploradores, pusimos rumbo a Gurabito de Yaroa para comprobarlo! La carretera ha avanzado mucho desde la última vez, lo que facilita el acceso.
Nuestra primera parada fue el Balneario El Parador, donde ya se nota el esfuerzo por mantener el área limpia y ordenada. ¡Incluso estaban apilando sacos para contener el río! Parece que pronto podremos disfrutar de un refrescante chapuzón. Desde allí, continuamos el sendero por donde nos habíamos desviado la última vez en Yaroa, siguiendo el chorrito de agua que marcaba nuestro camino.
Un sendero lleno de vida y lecciones ambientales
A medida que avanzábamos, el paisaje nos sorprendía con la formación de pozas naturales. ¡Yaroa tiene un potencial increíble para el turismo sostenible! Entre subidas y bajadas, encontramos exuberantes árboles de cacao y un majestuoso mango, ¡un verdadero espectáculo de la naturaleza!
En las paredes de tierra, el agua y el viento han esculpido formas impresionantes que parecen obras de arte. ¡Podríamos venderlas a Hollywood! También cruzamos una línea fronteriza y vimos un árbol que, en unos cien años, se convertirá en ámbar. ¡La naturaleza es asombrosa!
El rol vital de la vegetación ribereña
El incesante sonido del agua nos guiaba. Pronto, las pequeñas tinajas naturales nos indicaban que estábamos cerca. Aquí, Rinconcito RD nos dio una lección invaluable sobre la importancia de la vegetación ribereña. Las raíces de los árboles y la capa vegetal actúan como una esponja natural, reteniendo la humedad y alimentando el río. Sin ellos, el río simplemente desaparecería. Este es un llamado a la conciencia sobre la ganadería de montaña y su impacto en nuestros recursos hídricos.
El Charco de Julián y la confluencia de ríos
Nos sumergimos en el Charco de Julián, en el río Yaroa, una verdadera joya entre las montañas. Este río nace en la Cordillera Septentrional, cerca de la comunidad de La Cumbre, y desemboca en el famoso Río Yasica, al que también se unen el Río Las Cuevas, el Río Sonador, el Río Veragua y el Río Jamao. ¡Es increíble cómo todos estos afluentes contribuyen a la grandeza del Yasica!
La Cascada de Yaroa: El clímax de la aventura
Continuamos nuestro camino, encontrando más charcos y la promesa de una cascada. ¡Yaroa es, sin duda, el lugar ideal para hacer senderismo y acampar! La adrenalina aumentaba a cada paso, y finalmente, la vimos: la impresionante Cascada de Yaroa. Con más de 30 metros de caída, es un espectáculo para la vista, especialmente para los amantes de la fotografía de naturaleza.
Tuvimos que atravesar angosturas y subir por paredes rocosas, pero cada esfuerzo valió la pena. Esta cascada, de la que había escuchado hablar en Gurabito de La Cumbre, es una de las muchas fuentes de agua que nacen en Santiago. ¡Una verdadera bendición!
De regreso a casa y un llamado a la acción
Después de dos horas de caminata, emprendimos el regreso. Al pasar por la poza del balneario, notamos que ya habían colocado los sacos y el agua comenzaba a llenarse. Sin embargo, no todo fue alegría. La basura cayendo al río nos recordó la importancia de tomar conciencia y proteger estos lugares. También vimos un subcentro médico en El Sonador, esperando ser restaurado.
La aventura en Yaroa fue inolvidable, una mezcla de belleza natural y un recordatorio de nuestra responsabilidad con el medio ambiente.
¿Qué otras maravillas naturales creen que debemos explorar en la República Dominicana? ¡Déjenme sus comentarios!