Mientras hacía mi anhelado safari en África descubrí al importancia de andar con una guía ilustrada de los animales que se encuentran en la zona donde estás. Luego de cada visualización procedíamos a revisar el folleto que adquirimos en la entrada del parque y, gracias a él, pudimos identificar cada uno de los sujetos y entender mejor su comportamiento.
Sin este conocimiento ver animales salvajes se vuelve más aburrido y agobiante, sobre todo cuando algunos parecen ser lo mismo y algo tan sencillo como una línea que marca un cambio en el pelaje o hasta la posición de los labios en relación con los dientes, es lo que distingue a una especie de otra.
En el caso de esta imagen, al principio pensé que el Ñu escoltaba a un par de Nialas, pero ahora me decanto por creer que son dos machos de Gran Kudú. ¡Oh la sutileza de las diferencias y cómo pasan desapercibidas ante el ojo ignorante!
Luego de ver tantos documentales sobre ellos, el estar allí fue para mi un sueño hecho realidad… ¿Qué tanto disfrutas tú la vida salvaje? ¿Algunas vez fuiste a ver la vida salvaje en su hábitat natural?
Nota: Mis disculpas por que la foto tiene la firma, pero así es como la tengo grabada tras la reducción de tamaño, arreglo en la composición y el retoque de color.