¿Han vivido esa sensación al llegar a una ciudad o a un espacio dentro de ella que te hace sentir que estás dentro de un cuento de hadas?
Eso mismo es lo que sentí al visitar la plaza central de una ciudad coloquial en el centro de México un poco después del atardecer, mientra caminaba alrededor del parque y cruzaba el quiosco central en dirección al templo principal que es característico de la totalidad de los pueblos que se fundaron en el México Colonial desde el siglo XVI.
Seguramente han visto esta imagen en muchas fotografías, guías de viaje, además de videos en redes sociales. Si ya saben el nombre les invito a que lo escriban en los comentarios, mientras les sigo contando un poco más de lo maravillado que quedé después de pasar 4 días recorriendo sus calles empedradas y llenas de historia…
Sus orígenes e historia
Esta ciudad fue parte del programa “Pueblos Mágicos” de nuestro país desde 2002 hasta 2008, año en el que la UNESCO la incorporó como Patrimonio Cultural de la Humanidad, debido a su aporte cultural y arquitectónico dentro del Barroco mexicano y por el sincretismo de culturas española, criolla e indígena que se vive en esta ciudad que es un muestra del intercambio cultural entre Europa y América Latina.
La ciudad fue fundada en 1542 por un fraile franciscano que encontró manantiales y un clima muy agradable para establecerse en esta zona, que se encontraba en el Antiguo Camino Real, que conectaba a la capital de la Nueva España con Zacatecas, y era parte de la Ruta de la Plata.
Además esta población es parte inherente de la historia de nuestro país pues participó activamente en la lucha de independencia debido a que uno de los líderes del movimiento de independencia era parte de la sociedad novohispana de la ciudad y miembro del Ejército Realista antes de sumarse como líder insurgente. La casa donde él nació y creció es actualmente un museo dedicado a su vida y se encuentra justo al lado de la parroquia que identifica esta ciudad.
A finales del siglo XIX la ciudad casi se convirtió en un pueblo fantasma debido a las constantes luchas internas del México independiente, pero al comienzo del siglo XX la actividad comercial y económica se reactivó en una población que mantuvo intacta la arquitectura barroca y colonial de sus edificios. Desde 1926 la ciudad fue declarada monumento histórico y esto restringe las construcciones en el centro histórico para mantener el estilo virreinal y barroco del pueblo.
El ícono de la ciudad
La parroquia localizada en el centro del pueblo es un hito que se convirtió en el símbolo de la ciudad. Fue construida en el siglo XVIII con una portada barroca, pero 1880 una nueva e impresionante portada en cantera rosa fue sobrepuesta y reinterpretada en un diseño único en estilo neogótico. Arcos ojivales, columnas y nichos con esculturas estilizadas decoran la fachada inspirada en catedrales europeas.
¿De que ciudad estoy hablando?
Para este momento es muy probable que muchos tengan claro que esta publicación habla sobre San Miguel de Allende, en Guanajuato, México.
El nombramiento de ciudad se dió en 1826, apenas 5 años después de consumada nuestra independencia, y desde 1950 esta ciudad ha tenido un impresionante desarrollo cultural que llama la atención del turismo extranjero que constituye casi un 15% de la población del lugar.
El agradable clima del lugar y la multitud tradiciones, eventos y celebraciones religiosas le dan un carácter muy especial. La variedad de centros culturales, galerías de arte, artesanías locales, festivales de cine, música y artes a lo largo del año le han dado un carácter cosmopolita incomparable. A pesar de ellos la ciudad sigue manteniendo un ritmo cálido, tranquilo y evocador de la tradicional provincia mexicana…
¿Habían escuchado antes de esta joya del pasado colonial mexicano?
¿Han visitado esta ciudad del centro de nuestro país?
La invitación a que se sorprendan con la limpieza de su calles, los impresionantes edificios culturales que la caracterizan, la variedad de su barrios con personalidad única, sus hoteles boutique y restaurantes tradicionales y de especialidad, galerías y museos, esta abierta para todos.
Y esperen algunas publicaciones adicionales, ¡porque aún tengo mucho que mostrarles de San Miguel de Allende!