Este último fin de semana fue carnaval y en Argentina es un fin de semana largo, ideal para organizar un viaje con tiempo y conocer nuevos lugares. Son cuatro días, el único problema es cuando son demasiadas personas que piensan lo mismo.
Tierra del Fuego es una isla y para poder salir de ella por tierra es necesario pasar por cuatro fronteras, dos argentinas y dos chilenas y un ferry que demora más de media hora en el cruce.
Varias personas pensaron en ir a Punta Arenas, Chile donde actualmente las cosas son muy económicas, debido al tipo de cambio. Las colas en los pasos fronterizos eran terribles, lo mismo que en el cruce de la primera angostura.
Como sea, la idea era ir hasta la provincia de Chubut, al bosque Petrificado Sarmiento, pasando previamente por la provincia de Santa Cruz al bosque petrificado Jaramillo. Unos 3000 Km ida y vuelta. Saliendo desde la ciudad de Río Grande en la provincia de Tierra del Fuego.
Al margen de los inconvenientes con las fronteras y el cruce en el ferry, el viaje fue muy tranquilo y sin problemas, por supuesto una de las cosas que siempre hay que tener cuidado cuando se circula por las rutas patagónicas son los guanacos (para el que no sepa son camélidos que habitan a lo largo de todo el cordón de Los Andes, en la América del Sur, a son parientes de los camellos).
Por lo general lo puedes ver que están al borde de la ruta, pastando en pequeñas manadas. Y lamentablemente en ocasiones algunos de ellos al sorprenderse con los autos, salen al medio de la ruta y producen algunos accidentes.
Al final del segundo dia llego al primer bosque petrificado de Jaramillo, en la provincia de Santa Cruz, para llegar a él, hay que recorrer desde la entrada en la RN3 unos 50 km de camino de ripio y no llegar antes de las 18:30, ya que el predio se cierra a las 19:00.
El paisaje mientras estás llegando te va sorprendiendo en cada curva, parece casi extraterrestre, lo desértico, los colores de los cerros. Entre rojizos, ocres claros y verdes muy claros. Los cerros parecen cortados con precisión casi rectas , producto de los vientos constantes que pulen y desgastan las cimas, Esto es una constante en toda la estepa patagónica, que abarca las dos provincias de Santa Cruz y Chubut.
Como de costumbre Google Maps me lleva exactamente al sitio, que sin otros Local Guides, estos lugares no existirían en los mapas, o poder leer sus reseñas para tener una mejor aproximación de lo que podamos encontrar en el sitio.
El sitio no es muy grande el pequeño museo donde el guardaparques me contó los detalles de muchas piezas que encontraron en sus variados recorridos de él o de científicos paleontólogos, botánicos y otros, que cada uno desde su especialidad fue sumando luz a como hace 400 millones de años atrás por culpa y gracias a ella una gran erupción de unos volcanes (Madre he Hija)
con sus cenizas de ese momento sepultaron a todo el bosque y con los años y la acción del tiempo el clima y otros factores petrificó a todo un bosque pasando de ser tejidos de madera viva a piedra fosilizada.
Me sentí muy sorprendido con las piezas que hay en el museo, en especial con la piña, que hasta que no la levantas no piensas que pueda ser pesada o diferente a una piña de un pino actual, al levantarla descubres con asombro lo pesada que es, no es una piña es una piedra con forma de piña.
Otra de las cosas que te hacen volar la cabeza cuando te comentan lo que estás viendo son las piezas de dientes de tiburón , conchas marinas y otros elementos que marcan la presencia de un océano en algún tiempo del pasado.
Pero la mejor pieza que tienen es la de un pedazo de piedra con las pisadas realizadas en la época de los dinosaurios de uno de los primeros mamíferos caminando por una ría de esa época, que quedo marcada para siempre.
En el pequeño museo podemos encontrar incluso piezas de los primeros habitantes humanos de la patagonia unos 10.000 años atrás y comprobar como lograron adaptarse al medio ambiente tanostil de esa época y en la actualidad, mucho viento poco alimento, El guarda parques me contó que estaban tramitando lo necesario para declarar el sitio como patrimonio de la humanidad, espero que lo logren, tiene todo para ser eso.
Luego de la historia y de las hermosas piezas que tienen en el museo me indican cual es el recorrido y cuanto dura, hay carteles donde esta todo señalizado y que no se puede oír con mochilas, solo la campera, el viento es fuerte y frio, y la cámara de fotos y tu móvil, estar preparado para un recorrido de aproximadamente una hora.
El recorrido no es dificultoso, pero si hay que tener en cuenta que se tendrá que subir y bajar por cuestas de montañas, existen descansos estratégicamente ubicados para hacer pequeñas paradas, apreciar el paisaje y hacer muchas fotos o leer los carteles indicativos que están a lo largo de todo el recorrido, contando que es lo que estamos viendo, está en Español he Inglés,
Me gusto mucho como armaron al circuito te va mostrando de menos a más, primero comenzamos a ver pequeñas piezas de árboles petrificados en los costados del recorrido, y varios carteles de las plantas que existen en la zona, hasta cuenta con un sitio donde puedes colocar tu móvil para hacerte una selfie con uno de los tronco más grandes que hay expuestos.
En muchas ocasiones, y si piensas que no es roca fosilizada lo que está ante tus ojos, puede pasar tranquilamente por un tronco de árbol viejo y quemado por algún incendio, es increíble lo que el tiempo la ceniza volcánica logró con esta cápsulas del tiempo en la que se puede ver al bosque de millones de años atrás con troncos de más de 1,5 mts de diámetro y más de 45 metros de largo.
Hasta aquí este recorrido, hay muchas fotos mas pero no puedo colocar todas, lo que si agregaré como final para esta parte es que pude hacer una foto en la distancia de una hermosa mama ñandú, que estaba con sus crías.
El camino continuó hasta Caleta Olivia, donde pasé la noche para ir al día siguiente al otro Bosque Petrificado, en esta ocasión en la provincia de Chubut . También utilicé Google Maps para llegar al predio, pero después el Guardabosques, me indica, que esa no era la mejor ruta, ya que te marcaba como el recorrido para llegar hacer un recorrido de 50 Km de ripio, cuando se podía ir por otra ruta de solo 12 Km de ripio, luego veré si se puede marcar una mejor ruta en Google Maps.
Este bosque petrificado era diferente, por varios motivos, el terreno donde se petrificó el bosque no era por acción de un volcán, por ese motivo los especímenes eran diferentes.
En este caso también el recorrido consistía en seguir un sendero de más o menos una hora pero un poco más empinado que el anterior recorrido en el Bosque petrificado Jaramillo.
Los sitios son diferentes, el museo tenía otro tipo de muestras en su interior, contaban con WiFi, es interesante eso ya que te permite acceder a información extra de la que ves en el sitio, cuenta con baños para los visitantes y te cobran una entrada casi simbólica, el entusiasmo que ves en las explicaciones de los guarda parques es muy linda y muestra la pasión y cariño que le tienen a lo que hacen ellos allí.
El viaje viene concluyendo y hay que emprender el regreso, en mi cabeza imaginaba los dos días de regreso y la gran espera en las aduanas y en especial en el cruce de la barcaza. Pero no podía sentirme más feliz de estar viajando nuevamente 
. En verano los días son más largos en el sur, la foto de abajo es tomada a las 20:15 de la noche, a mi no me gusta conducir de noche por eso aprovechaba al máximo las horas de luz en la carretera.
Al regresar venía preparado con la cámara para hacer fotos si veía Ñandúes y Guanacos más o menos se pudiera hacer fotos, por suerte no defraudaron, tuve oportunidad de una familia de Ñandúes corriendo por un cerro y varias familias de Guanacos comiendo desaprensivamente al borde de la ruta, casi sin importarle que los vehículos pasen cerca de ellos, si detienes la camioneta y quieres hacer una foto se ponen alertas y preparados para salir corriendo.
Para finalizar este viaje les diré que si tienen la oportunidad de subirse a un auto y explorar los alrededores de sus ciudades o ir un poco más lejos como el campo o las montañas y disfrutar esos sitios solos o acompañados les aseguro que se sentirán muy felices y más por supuesto si lo pueden compartir por aquí, mejor sería muy lindo poder vivenciar a través de sus fotos y palabras las aventuras que tu realizas.
Hasta el próximo viaje, los estoy leyendo.
