Antes de comenzar…
Este viaje fue realizado en junio de 2019.
En este tipo de post contaré el recorrido que hice, que visité, donde me alojé, donde comí, etc… Tengo que recalcar en que esto cuenta mi experiencia y mi opinión, esto es subjetivo. Si visitáis los mismos sitios que yo puede que no tengáis la misma experiencia, tanto para bien como para mal. También tengo que decir que no acepto ninguna bonificación de hoteles, restaurantes, etc… A cambio de una reseña favorable.
Os pongo en situación ¿Por qué era cumplir un sueño?
Para mí este viaje era cumplir uno de mis sueños porque la primera ciudad que me llamó la atención de pequeño fue Roma. Ese amor a esta ciudad, a pesar de no haber ido nunca, me llegó por su historia, sus monumentos, por mi gastronomía favorita fuera de España y por muchas cosas más. Yo sabía desde hacía muchos años que la primera ciudad extranjera que tenía que visitar era Roma (aunque se me adelantó Lisboa, pero fue de viaje de fin de curso y ya haré otro post sobre ese viaje). A parte, este era mi primer viaje con amigos fuera de nuestro país, por lo que era aún más emocionante e importante para mí.
DÍA DE IDA, EMPIEZA LA AVENTURA
Este día lo recuerdo con muchos nervios y al mismo tiempo tranquilo. Nervioso porque lo había organizado todo yo solo y como había tantas cosas que se podían torcer me inquietaba bastante. Por otro lado, estaba tranquilo, porque sabía que lo había organizado lo mejor que pude, con un buen B&B (Bed & Breakfast), buenos horarios de vuelos, y el planning de cada día tenía buena pinta.
Llegamos a Roma
Nosotros llegamos al aeropuerto pequeño de Roma (Ciampino) porque es donde suelen volar las aerolíneas de bajo coste (Ryanair en nuestro caso). Ubicarse allí, al ser tan pequeño es muy fácil, pero fuera nos esperaba el primer problema del viaje.
El dueño de nuestro B&B nos había reservado un taxi que nos esperaría a la llegada pero cuando llegamos no estaba, llamamos al dueño, él llamaba al taxista, seguía sin venir, etc… Y así unos 30 min. La cosa era que el taxista le decía a nuestro contacto que ya nos había llevado (obviamente era mentira). ¿Qué narices estaba pasando? era lo que nos preguntábamos… Pues lo que pasó es que un grupo le dijo a nuestro taxista que ellos eran Pablo (lo que ponía en el cartel porque estaba a mi nombre) y claro él, al no tener foto, se tuvo que fiar. Cuando ellos vieron que estaban llevándoles por otro lado (hacia nuestro B&B) le dijeron que habían mentido y que los dejara donde estaban, los dejó y entonces sí que vino a recogernos.
Durante todo este tiempo casi estaba más nervioso el dueño del B&B que nosotros, porque no sabía ya cómo solucionar esto. Al final, por suerte se solucionó, pero nunca supimos si el taxista se había inventado esta historia tan extraña, o era verdad.
Nuestro B&B (Bed and Breakfast)
Antes que nada, voy a explicar que significa «B&B». Es un sitio para dormir que se centra, como bien dice el nombre, en «dormir y desayunar», queriendo dar a entender que es algo para estar poco tiempo, para pasar la noche, desayunar e irse.
El sitio que elegí fue «Romantic Dreams b&b Roma«. En general, recomiendo mucho alojarse allí, podéis ver mi reseña en Maps. En lo que más destaca es en su dueño, Gianni, se preocupa mucho para que todo salga bien. Si estás leyendo esto Gianni, espero volver a vernos.
Primera cena en Roma
En nuestra primera cena íbamos con muchas expectativas porque nos encanta la gastronomía italiana. Después de esperar a que llegase el último integrante del grupo, intentamos encontrar un sitio para cenar a más de las 22:30. Paseamos por las calles del barrio donde nos alojábamos y llegamos a un pequeño parque, vimos un restaurante que tenía buen aspecto y para allá que fuimos, totalmente a ciegas en realidad. Esta es una de las cosas que hay que hacer al viajar, ir un poco a la aventura.
El restaurante se llama «Ristorante Buono Enoteca e Cocktail Bar«, la experiencia fue buena, podéis leer mi reseña en Maps.
PRIMER DÍA EN ROMA (TOUR GRATUITO)
El primer día nos lo tomamos con calma. Teníamos reservado a través de Civitatis un tour gratuito, a media mañana, para no tener que madrugar. Lo quise plantear así porque, si quieres ver los monumentos grandes los próximos días sin muchisisisisisima gente, te va a tocar madrugar, así que queríamos ir con mucha calma.
Creo que un tour gratuito es una buena opción para empezar, conoces por encima lo más importante de la ciudad, paseando por las calles del centro y escuchando a la guía contarte sus historias y curiosidades. El problema es que, al menos en nuestro tour, la calidad del micro y de la radio que llevábamos para escuchar a la guía era muy muy muy mala, llegando incluso a perderte en las explicaciones y tener que quitarte los cascos.
En este caso, quedamos al lado de la famosísima escalinata de la «Plaza de España«. A partir de ahí fuimos paseando por calles importantes dirección a la «Fontana di Trevi«, majestuosa por cierto. Luego nos llevo hasta el «Panteón de Roma«, entramos e impresiona bastante, sobretodo por su gran cúpula con el hueco en el centro. Para terminar, fuimos a «Piazza Navona«, también increíble.
Si vais a uno de estos «tours gratuitos» tenéis que saber que al final del tour se deja una propina al guía. Por favor, no os vayáis sin darle algo de dinero porque ellos viven en este trabajo por las propinas. Aunque no te haya convencido, por pequeña que sea, dadle algo.
Nos vamos al Trastévere a comer
Salimos desde la plaza anterior, cruzamos por el río, vemos de pasada el «Castel Sant’Angelo» y el Vaticano a lo lejos y entramos en el barrio.
Trastévere es probablemente el barrio más famoso de Roma para ir a comer o cenar, tiene una gran variedad de restaurantes. Y además es un barrio bastante bonito, con calles estrechas, al lado del río Tíber y a 10 min del Vaticano.
Aquí busqué, como reseñador del Maps que soy, que restaurantes tenían buena valoración. Decidimos ir a uno que tenía una muy buena y, obviamente siendo Roma, estaba lleno, de hecho, tenía una cola de 1h de espera. Así que decidimos ir al que estaba junto a ese y fue la mejor comida que probamos en la ciudad italiana. El restaurante se llama «Ombre Rosse«, estaba todo buenísimo y la atención era estupenda, además, el camarero hablaba español.
A ver Roma desde lo alto
Cerca del Trastévere, están varios de los miradores más famosos de la ciudad, así que después de comer, decidimos subir para admirar las vistas. Fue un poco motivado porque acabábamos de comer y hacía bastante calor, pero los demás días probablemente no íbamos a tener tiempo. Tengo que aconsejar que no lo recomiendo para gente con poca movilidad o nada acostumbrada a hacer esfuerzo físico, al menos la ruta andando que seguimos nosotros. Tiene unas subidas muy pronunciadas y muchas escaleras. Juraría que se puede subir también en autobús.
Los dos miradores que vimos estaban uno al lado del otro, el más famoso se llama «Terrazza del Giannicolo» y el otro «Il muro della Costituzione Romana«. El segundo estaba bastante sucio, tenía pinta de que allí se hacen botellones.
Probamos por primera vez uno de los helados más famosos del mundo
Una de las comidas más famosas de Italia y de las más prestigiosas son los helados. Después de ver los miradores, bajamos volviendo al B&B por el Trastévere. Justo al salir del barrio nos encontramos con una heladería pequeñita, que parecía bastante casero, así que decidimos que era una buena opción para probar una de las cosas que más ganas teníamos. La heladería no nos defraudó, se llama «Gelateria del Viale«, reseña en Maps.
Cenamos en un asiático
Para cenar decidimos cambiar de gastronomía para no aborrecer la italiana. Así que encontramos este y decidimos entrar, estuvo bien, nada muy destacable, pero bien. El restaurante se llama «Hari Sushi – Asiatico«, mis reseñas en Maps.
SEGUNDO DÍA (TERMAS DE CARACALLA)
El siguiente día también nos lo tomamos con calma y tuvimos la que diría que fue la mayor sorpresa del viaje. La noche anterior vimos que podíamos hacer este día, porque lo teníamos libre, así que buscamos lugares cerca del B&B y encontramos las «Termas de Caracalla«. Por cierto, lugar donde se rodó parte de la segunda entrega de la saga «John Wick«.
Este sitio no lo conocíamos y fuimos a ver que nos encontrábamos. Al final resultó ser un lugar increíble, rodeado de naturaleza haciendo que no te dieras cuenta de que estabas en una de las ciudades más congestionadas de Europa. Como dice su nombre, eran unas antiguas Termas, las ruinas son increíbles, enormes y bastante bien conservadas. Recomiendo muchísimo su visita.
Después paseamos tranquilamente en paralelo a la muralla que aún conserva la ciudad y dimos con la «Porta San Paolo» y con uno de los monumentos más curiosos de Roma, la «Pirámide de Cayo Cestio«. Como imaginaréis, una pirámide que recuerda a Egipto en Roma.
Luego, fuimos a comer a un restaurante llamado «Bull Steak», tuvimos una experiencia un tanto mala. Mi reseña en Maps. Volvimos a nuestro alojamiento a descansar hasta la hora de la cena porque hacía mucho calor y estábamos muy cansados, nunca he sudado tanto en mi vida.
Para volver usamos el metro, al igual que el primer día, pero esta vez tuvimos que subirnos a la línea más antigua de la ciudad (la B o azul) y… No he pasado tanto calor en un transporte público en mi vida, no tenía refrigeración, dentro había mucha humedad y me atrevería a decir que llegaba a los 40º.
A la hora de la cena, buscamos otra vez un lugar cerca del alojamiento y encontramos una hamburguesería con buena pinta. Entramos y comimos bastante bien, aunque probé una hamburguesa que no sabía que tenía picante y pase un mal rato, pero estaba muy buena. El sitio se llama «Franz Burguer«, reseña en Maps.
TERCER DÍA (COLISEO, FORO ROMANO Y MONTE PALATINO)
Aquí empezaba uno de los platos fuertes del viaje, el Coliseo. Fuimos andando desde el alojamiento, bastante bien situado, que nos dejaba a unos 15 min andando del monumento. Salimos justos de tiempo y tuvimos que ir bastante rápido sufriendo ya el calor romano de buena mañana.
Teníamos entradas reservadas a través de la web oficial, esto os diría que es crucial para ir a un monumento importante de cualquier ciudad, pero si a eso le sumáis que este uno de los más famosos de todo el mundo pues… Os hacéis una idea. Os dejo aquí la web por donde las reservé. Aunque según me dicen en los comentarios, la oficial es esta.
Se puso interesante el asunto
Os voy a dar otro consejo, a lo largo de todo el Coliseo (en el exterior), hay lo que al principio piensas que son gente que trabaja para la oficina de turismo, llevan sus chalecos, con las banderas de los idiomas que hablan, etc… Pues primero, dudo que sean oficiales y, si lo son, desde luego no tienen mucha idea de como funciona su monumento. Os voy a explicar que pasó:
Como se nos pasaba la hora, acudimos a varias de estas personas para preguntar que cola teníamos que hacer y dónde se sacaban las entradas (al reservar hay que ir a un mostrador a recoger las entradas de verdad), nos dijeron que íbamos a tener que hacer la cola normal (que era más de 1h) a pesar de tener la reserva, dando a entender que ese papel no valía para nada. Al final fuimos al mostrador, cola de 10 min máx, nos dieron los tickets, fuimos a la cola, y literalmente hicimos 1 min de cola. Ni era la cola que ellos nos dijeron, ni la reserva estaba mal hecha, ni hablaban bien el idioma que según su chaleco hablaban, ni nada. En resumen, un espectáculo.
Al final esa gente lo que realmente quiere es convencerte de que pagues uno de sus tours. Mi consejo, no lo hagáis, si queréis un guía, reservarlo desde una web especializada antes de viajar. Mirad reseñas de varias webs de tours, precios, horarios, etc… Y decidir cuál os interesa más.
Entramos por fin al majestuoso Coliseo
Después de esta odisea, en la que me puse bastante cabreado por no decir otra cosa, entramos. El lugar, bueno, hay que vivirlo, me fascina pensar que sigue en pie después de tanto tiempo, casi en su totalidad. Obviamente recomiendo mucho su visita. Una cosa que me sorprendió fue lo barato que sale para los que tenemos menos de 25 años, aunque ya han subido el precio de sus entradas. Además, viene con la entrada al increíble «Foro Romano«.
Pasamos al Foro Romano y el Monte Palatino
Su entrada viene combinada con la del Coliseo y la verdad es que no te defraudará. En este maravilloso lugar se fundó la ciudad, tiene gran parte de las ruinas más antiguas de Roma. Se tarda bastante tiempo en recorrerlo, así que recomiendo ir con tiempo. Al estar situado encima de una de las colinas de Roma, tiene buenas vistas de parte de la ciudad, incluido el Coliseo. Es increíble pasear por sus ruinas y sentir la historia que cuentan. Aquí sí que te pierdes más si no vas con guía como fue en nuestro caso.
Mi recomendación
Como ya probablemente habréis leído por otros sitios, me parece crucial ir al Coliseo a primera hora, si lo queréis ver un poco más tranquilos y con más calma. Al ir a este monumento a primera hora, os diría que gastéis lo que queda de mañana en visitar el ya mencionado «Foro Romano y Monte Palatino». En este último es donde gastaréis más tiempo en la visita y agobia menos encontrarse con más gente que en el anterior.
Luego, si tenéis tiempo y os apetece algo después de comer, al lado hay otros dos foros, también está el controversial «Altare della Patria» y el famoso «Campidoglio«.
Comemos en los alrededores
Como sitio famoso que es, hay que tener ojo con los restaurantes y evitar las trampas para turistas. Eché un vistazo rápido a las reseñas de los restaurantes cercanos y había tantos que saturaba bastante. Así que decidimos salirnos de la calle que parecía más importante y nos fuimos por una bonita, estrecha y empinada calle a las espaldas del «Foro di Augusto«, a un restaurante llamado «Ristorante Mario’s«. Nuestra experiencia fue bastante mala y, como siempre, os dejo mis reseñas: Google Maps.
Después de esto, volvimos con el metro, esta vez uno nuevo, al alojamiento. Allí esperamos hasta la hora de la cena por el calor horrible que hay en las horas del mediodía en Roma en verano. Ya por la noche, no nos apetecía ir de restaurante, así que buscamos una pizzería que tuviera la famosa «pizza al corte» y nos la llevamos al B&B para cenar allí tranquilamente. El sitio se llama «La Casa del Supplì • Re di Roma«, estaba bien, sin más.
CUARTO DÍA (VATICANO)
Este día lo dedicamos completamente al Vaticano. Aquí, a diferencia del Coliseo y Foro, sí que reservamos un tour (también con Civitatis), bastante pronto para intentar encontrar a la menos gente posible.
Empieza la peor experiencia del viaje
Esto puede sonar fuerte, si, pero pienso sinceramente que fue así. Respecto al tour, a pesar de durar 2h, vas muy a tope y no disfrutas prácticamente nada. Respecto al lugar, obviamente el Vaticano es algo increíble, es un museo de un tamaño inimaginable, su «Basilica di san Pietro» es algo tremendamente espectacular y diría que hay que visitarlo una vez en la vida.
¿Cuál es el mayor problema? Como todos sabréis, este lugar esta llenisisisisisimo de gente, pero ese no es el problema porque al final es una cosa con la que tienes que convivir por el turismo de masas. El problema es, que sabiendo que hay tanta gente, no hacen límite, no la dividen, no hacen nada al respecto. Nada más llegar, hay una sala enorme donde la gente saca los tickets, los tours recogen lo que sea necesario, etc… Solo esa sala ya era algo increíble de ver. Os lo prometo, si hay algún incendio, atentado, etc… En resumen, cualquier problema serio que pudiera ocurrir, sería una catástrofe. Estaba demasiado demasiado llena, probablemente incumpliendo todas las normas de seguridad.
Cuando consigues salir de ahí y empieza la visita como tal, los pasillos están llenísimos, no te puedes parar prácticamente en ningún sitio a ver nada, los tours van empujando a todo el mundo y un largo etc… Al final me recordaba a algún zoo donde ves a ciertos animales mientras te lleva una cinta transportadora.
Dios, es que me da una rabia tremenda, es un lugar tan increíble, tan maravilloso, tan bonito… Sus paredes, cuadros, lienzos, etc… Cuentan tantas historias, sientes que te pierdes tanto tanto tanto teniendo que verlo tan rápido. De verdad, fue una experiencia muy impotente.
La peor parte llega con la famosa «Capilla Sixtina». Entras allí, no cabe más gente, meten y meten y meten hasta reventar la sala. Si quieres quedarte a observar esta maravilla, los guardias te empujan al centro o fondo de la sala. Se te quitan las ganas de disfrutarla. Al menos, cuando entras a la basílica, ya hay más libertad, puedes pararte a ver cosas y disfrutar del lugar.
Hay una solución muy fácil para todo esto, pero no interesante si lo único que quieres es llenar tus arcas de millones de euros, que es la sensación que da al visitar el Vaticano. La solución es hacer como la «Alhambra de Granada», uno de los monumentos más visitados de España, poner límite de gente diaria que puede entrar al recinto.
A pesar de todo esto y, como ya he dicho antes, hay que visitarlo al menos una vez en la vida. Mi recomendación es que viajéis a Roma en la época más baja y entréis al Vaticano a primerísima hora. Respecto a los tours, si queréis uno y os lo podéis permitir, iría a por uno privado o de grupo muy reducido, creo que los normales no merecen la pena y hacen que te agobies más por tener que seguir su elevado ritmo.
Nos topamos con la famosa «sciopero«
Terminamos la visita, agotados, con mucho calor y con ganas de comer por el alojamiento y descansar en el aire acondicionado de la habitación. Salimos de la plaza del Vaticano dirección al metro y… Sciopero, que significa huelga en italiano. Yo había leído y escuchado muchas veces esa palabra en blogs y vídeos sobre Roma e Italia en general. Luego pensamos, bueno, será solo el metro, el bus irá, pues no. ¿Resultado? tener que irnos de vuelta al alojamiento andando, en total fueron 2h a unos 40º. Una auténtica locura.
Cambiamos de gastronomía
Para la hora de cenar, vimos que en una calle de detrás del B&B, había un japonés con buena pinta. Fuimos para allá y no nos decepcionó, era un restaurante que llevaba poco tiempo abierto, con pocas reseñas, pero la jugada nos salió estupendamente bien. Si os alojáis cerca de allí (zona de San Giovanni) os recomiendo mucho ir. Su nombre es «Umami – Trattoria Giapponese«, como siempre mis reseñas en Google Maps.
ÚLTIMO DÍA (DE RELAX)
El último día ya nos apeteció hacer nada hasta la tarde-noche. Estábamos muy agotados por el calor y teníamos cansancio acumulado por lo del día del Vaticano. De hecho, no nos apetecía ni salir a comer, así que fuimos a una cadena de comida rápida y nos llevamos la comida al alojamiento.
Por la noche teníamos reservada una barbacoa en el japonés que he hablado más arriba (Umami – Trattoria Giapponese). Hicimos esto para despedirnos a lo grande de Roma, al final me hubiera quedado con platos normales antes que con esa barbacoa, pero en el momento se disfrutó.
Después de cenar, nos fuimos a pasear por la zona del Coliseo, para ver un poco Roma por la noche, dimos una vuelta a su alrededor, nos tomamos algunas fotos y volvimos para pasar nuestra última noche en Italia.
RESUMEN DEL VIAJE Y RECOMENDACIONES
A mi el viaje me encantó. Eso no quita que no hubiera problemas, como algún restaurante y, sobretodo, la experiencia en el Vaticano. A cambio, comimos muy bien en otros restaurantes y fuimos a un alojamiento muy bueno, al que acudiré cuando vuelva a Roma.
Mi mayor recomendación es que no vayáis en verano, tanto por si queréis evitar la mayor concentración de gente, por precio, pero sobretodo, por evitar el calor sofocante. Aunque lo podáis soportar, hace que no se disfrute tanto la visita. Otra de mis recomendaciones relacionadas con esto es que llevéis una cantimplora o algo del estilo porque Roma tiene fuentes literalmente por todos lados, con agua de manantiales subterráneos y muy fresca. Cosa que Florencia no tiene, allí el agua salía muy caliente.
Otro consejo que os doy realmente afecta a cualquier viaje a lugares con turismo de masas, reservadlo todo. También es muy recomendable ir a la primera o segunda hora.
Andar y andar y andar todo lo que podáis para ver la ciudad, si no fuera por el calor, yo no hubiera usado el transporte público. De la mejor manera que se ve una ciudad es andando, sobretodo Roma.
No queráis verlo todo. Siempre se dice que Roma no podrías conocerla entera ni en varias vidas, ese dicho tiene toda la razón. Hay tantas cosas que ver que necesitas varios viajes solo para ver lo importante. Otro de los consejos es que no os centréis solo en Vaticano, Coliseo, Fontana… Andad por la ciudad, descubrid sus iglesias, sus rincones, sus museos…
Gracias a los que habéis dado vuestro tiempo leyendo este post, espero que os haya servido para planear vuestro viaje o simplemente para descubrir algo de estas maravillosas ciudades. Os dejo un mapa personalizado donde podéis ver los lugares visitados, restaurantes y alojamiento más rápidamente.
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