Antonio Campana, fue el artífice de una ciudad sin pies ni cabeza, donde el revés es el derecho y donde el arriba puede ir hacia abajo, o la puerta en un campanario no abrir a ningún lugar.
A Antonio le diagnostican una enfermedad terminal por la cual le dan no más de 5 años de vida, decide jubilarse, y seguir sus sueños, compra una propiedad en González Catan en la zona Oeste de la provincia de Buenos Aires.
Su profesión fue comerciante, en la que era muy bueno, de ascendencia italiana, la cultura del trabajo la tuvo muy presente desde la infancia con su familia, todo esto le permitió, poner todos sus esfuerzos en lo que luego se llamaría Campanopolis, su ciudad, sin arquitectos, sin planos, solo dibujos, trazos en papeles y muchos albañiles.
Cuando Antonio Campana visitaba un remate, todos se ponían contentos, ya que todo allí era importante para formar parte de esa polis. Las demoliciones o sitios que en la década de los ´80 llamaban depósitos de escombros, el encontraba materiales que reciclaba, les daba una nueva vida, fue un adelantado a su época un artistas que creaba belleza con basura que otros tiraban.
Su incansable esfuerzo y obra creadora le permitió prolongar el fatídico diagnóstico por unos largos 20 años, en los cuales su espíritu innovador se plasmó en muchos edificios y ambientes de las 200 hectáreas del predio.
Todos los caminos son de adoquines que en otros tiempos fueran de las calles de la ciudad de Buenos Aires, cambiados por asfalto. Las torres sin campanarios son una debilidad para Antonio, ya que se puede apreciar muchas de ellas a medida que recorremos algunas de las veredas de la ciudad del revés. En algunas de ellas los búhos hacen sus hogares.
En varios comentarios se puede leer que parece una aldea medieval, puede ser, a mi me da la impresión de estar caminando por algunos pasajes de películas de Tim Burton, en otras ocasiones parece que estoy entrando en una callejuela de Escocia por el pueblo donde caminara Harry Potter .
Cuenta con cuatro museos temáticos, donde se podía apreciar algunos objetos de hierro, en otro museo temático, lo que sobresale es la madera y en otro podemos ver algunas fotos de la historia del creador. El artífice de toda esta ciudad donde en cualquier momento podemos ver a un conejo metiéndose en un agujero oscuro o a un gato desapareciendo, en medio de una nube de humo rosado.
Hay algunos edificios que están inconclusos ya que en determinado momento don Antonio se fue para continuar sus sueños en otro plano. Sus tres hijos decidieron abrir las instalaciones para que todos podamos admirar la fantasía que pasó por la cabeza de este gran artista. Es requisito hacer reservas con antelación para poder visitar el predio. Ya que solo está abierto los feriados y fines de semanas.
Nuestra cita fue por la mañana temprano, hacía mucho frío, por suerte contaban con algunos techos con leños prendidos para calentarnos las manos y el cuerpo. La guía comenzó a contarnos la historia de todo lo que veíamos a medida que avanzábamos por los distintos edificios. En este link pueden ver mas fotos de este hermoso lugar.