Es un imperdible el admirar el legado histórico que dejaron los religiosos jesuitas, dominicos y franciscanos, si uno visita San Antonio Texas o sus alrededores.
En mi visita el 2021, pude contemplar la belleza de las iglesias que se mantienen aún de pie y de las ruinas de 4 de las mas de 26 misiones que se mantuvieron dentro del estado.
Comencé por la mas grande, la Misión San José, que data de 1720. Ubicado a 5 millas del centro de San Antonio, este parque que aparte de manterner su Iglesia restaurada funcionando de forma permanente, también mantiene todo el pueblo amurallado donde vivian los nativos que habían accedido a formar parte de esta comunidad. Tienen un pequeño museo y una casa amoblada a la usanza de la epoca.
La entrada es gratuita, y está administrado por la división de Parques Nacionales.
Luego me trasladé a la primera misión establecida dentro de los límites del Texas español,San Francisco de la Espada. Fundada en 1716.
En ella se encuentra una pequeña iglesia restaurada y las ruinas de la que fué la iglesia original. Es importante destacar que está misión se encuentra activa, con religiosos viviendo en el lugar. La entrada también es gratuita.
La Misión de San Juan Capistrano ( o San Juan de la Espada) se trasladó a San Antonio en 1731. La iglesia se encuentra restaurada y hasta el día de hoy es una parroquia activa.
Y para el punto final, dejé el recorrido por la ciudad y la Misión mas famosa por la batalla de El Álamo: La Misión de San Antonio de Valero. Lo que queda de la misión es únicamente la capilla erigida en 1744 y la mayor parte de su estructura original ya no existe ya que fue transformada por los militares estadounidenses como almacén, quienes añadieron la parte superior de la portada que nada tiene que ver con una iglesia católica.
Su interior se encuentra vacío, y en un constante trabajo de parte de los restauradores para detener su deterioro. Para visitarlo si es necesario pagar una entrada.
Luego del Álamo, recorrí un poco la ciudad. Buen lugar donde comer es el Rio San Antonio River Walk, un paseo lleno de restaurantes que ofrecen sombra para el caminante, que se agradece mucho.

















