Porque el pueblo chico tiene esas cosas de siestas y calma chicha, en donde todos saben tu nombre, en donde saludar por la calle es lo normal y la burbuja social de esta Pandemia nos mantuvo a salvo. A salvo pero no excentos. A salvo en el árbol, el canto de los teros, y la vida revelándose en sus pichones.
Es que acá cuidamos teros.
Es que acá se vive en modo pueblo.
Y se sobrevive. Porque pandemia obliga, entre el encierro y la necesidad de juntar el mango parece que nos contagiamos la creatividad.
La genialidad reside en que todos al mismo tiempo hicimos de todo y todos al mismo tiempo nos protocolizamos y clavamos feria.
Porque detrás del barbijo hay vecinos que recién ahora vemos y en cada vecino ese nombre, que va a ser el saludo de todos los días, porque el pueblo es pueblo cuando se vive.
Piñero en Provincia de Santa Fe, al toque de Rosario y a la vuelta de la famosa y ancestral cantina Bailable de La Carolina. Al tranco hacia Uranga y del Lado de Alvear.
Ahí nomás está Piñero. Un destino para celebrar.
Piñero, Santa Fe.