El viaje desde Roma a Nápoles fue muy tranquilo, rápido y sin complicaciones, el sistema de trenes que tiene Italia por lo menos en lo que vengo usando es muy bueno, las máquinas expendedoras de boletos son muy simples de usar y están en varios idiomas.
Pero no todo son flores, lo que sí es difícil, es encontrar un baño, parece que los tienen casi ocultos . También tengo que mencionar que cuando pasen por la terminal de Nápoles, usen valijas con buenas ruedas, ya que el piso es rugoso, no es liso (en la planta baja y en la plaza exterior), y es especial para romper las ruedas de nuestras valijas por cómo rebotan a medida que vas de un lugar a otro.
En la terminal de tren hay wifi gratis, con lo cual no consumes tu paquete de datos, en este sentido, les comento que en mi caso contrate el servicio de una eSim virtual por unos 25 Mb de datos a un costo de unos 25€, es internacional y está disponible para varios países en el mundo, ten en cuenta que tu Móvil soporte eSim.
Luego del viaje en el subterráneo hasta el hotel, salimos a caminar, qué mejor lugar que visitar la ventana de Dios (ventana que no se abre nunca, salvo en ocasiones especiales, como cuando Argentina ganó la copa del mundo, ahora de la mano de Leonel Messi).
Les cuento otra cosa que sentí mientras subíamos por la callejuela atestada de gente, hasta casi no poder avanzar en algunos lugares. No hay dudas de que Nápoles me gusta muchísimos, es caótico casi sin orden en el tráfico, con gente hablando en un tono más fuerte de lo común, pero eso no es novedad para mi, en Argentina tenemos eso de “quilombo” o “despelote”. Otra cosa que me gustó ver casi como si fuese un viaje a mi infancia. Ver en la mayoría de las casas, los tender de ropas en los balcones y en las sogas de edificio a edificio, me hizo sonreír cariñosamente con esos recuerdos de películas italianas en blanco y negro. Pero miren las fotos que les comparto, esto no sucede en muchos lugares.
Por supuesto toda esta caminata era para llegar al sitio donde adoran al Diego, donde puedes ver y escuchar una cantidad sin igual de idiomas, pero sí un nombre común para todos Maradona, como dijo un conductor de taxi que tomamos, “Maradona è della popolo”. Cuando llegamos a la parte superior de la callejuela, se escuchaba por todos lados “haa el Diego”, como no podía ser de otra manera yo me sume a esa marea humana que admira a la figura más importante del fútbol, bueno hoy es Messi, antes fue Pelé.
Luego de un rato emprendimos el retorno, hasta la peatonal principal que también estaba atestada de gente, las motos tipo vespa nos cruzaban por los costados, casi de manera insegura, pero ese caos me gustaba mucho y me alegraba poder sentirlo.
También me sorprendió la gran cantidad de café, bares o lugares para comer al paso, cada 20 mts hay un pequeño local donde venden comida, café o por supuesto la tradicional pizza napolitana. Con respecto al café, tengo que decir que no me acostumbro al café minúsculo, es más un extracto de café muy fuerte, que un café para saborear.
Al día siguiente el plan era visitar Pompeya y el Vesubio, alquilando un auto, bueno no fue posible, ya que si no alquilas el auto con por lo menos uno o dos días de anticipación no podrás conseguir uno. Por suerte en frente de la empresa de alquiler teníamos una casa de excursiones, así que cambio de planes y visita con guía incluido a Pompeya.
El viaje de Nápoles a Pompeya es rápido, no más de 40 minutos. El grupo que nos tocó era pequeño y el guía un espectáculo, realmente se los recomiendo la explicación y la manera de contarte esos detalles que solamente los puedes encontrar en libros específicos de historia.
Nos fué contando cómo se retiro la costa más de 5 Km por acción de las continuas erupciones del Vesuvius o como era la vida en la época de los pompeyanos, o como el falo era un símbolo de la suerte, distorsionado en la actualidad desde el punto de vista de la religión occidental.
Pompeya era el lugar para el placer y el disfrute, pero también para hacer política y comercio. Detalles que me sorprendieron es el uso intensivo de cañerías de plomo para poder dar servicio de agua caliente y fría a las habitaciones o el sistema de agua tan eficiente como muchas de las obras realizadas por los romanos.
Por supuesto al final del recorrido están los restos encontrados de los animales y personas calcinados por restos piroclásticos del volcán cuando destruyó casi todo Pompeya, pero eso ya es historia. Afuera cuando salimos estaban los tradicionales negocios de venta de recuerdos.
Después regresamos nuevamente a Nápoles, quisimos ir a Erculano, pero al averiguar en el horario que deseábamos ir estaba completo, el sitio es más pequeño, quedará para otro momento …
Hasta el próximo viaje.