En esta ocasión quiero compartir uno de los lugares que pude visitar junto a @Bere_Marichi en octubre pasado durante el viaje que hicimos los Moderadores de Connect a Japón. Aunque fue uno de los lugares que visitamos en los primeros tres días se mantiene como uno de los muchos highlights de este increíble e impensado viaje a un país que resultó realmente sorprendente para mí.
He comentado con muchos amigos que prácticamente yo no tenía ninguna información sobre Japón antes de saber que viajaría ahí, y en un tiempo muy breve tuve que investigar y decidir cuánto tiempo podría destinar a este viaje y que sitios visitar. Era obvio que tenía que llegar hasta Hiroshima si quería aprovechar el vuelo hasta estas tierras tan lejanas para mí y al buscar más información sobre los lugares indispensables para recorrer en esta ciudad apareció en mis búsquedas las primeras fotografías sobre un imponente tori rojo en medio del mar que se encontraba en una isla frente a las costas de Hiroshima: la isla de Miyajima o Itsukushima.
Pero entre todas esas imágenes encontré una en especial que parecía sacada de un sueño: una vista panorámica de un mar en tonos azules muy suaves en las que parecían flotar varias islas en medio de una bruma ligera. Descubrí entonces que era la vista que uno podía admirar desde la cima del Mt Misen en la isla de Itsukushima… en ese momento supe que tenía que llegar ahí y comprobar con mis propios ojos si eso era verdad o simplemente una fotografía retocada como es habitual en todas las redes sociales.
Corte a:
Lunes 16 de octubre por la mañana, Dotonbori, Osaka…
Bere y yo salimos del hotel y caminamos por las tranquilas calles de Dotonbori alrededor de las 7am. Todo lo que vemos en las calles nos sorprende y emociona, las máquinas que venden todo tipo de productos, el orden de las calles, los letreros en los negocios. No hemos desayunado pero queremos llegar lo antes posible a Hiroshima, caminamos hacia la estación más cercana del metro local para llegar a la estación del Shinkansen en Osaka (Shin-Osaka) y tomar el tren hasta la estación de Hiroshima. Todo el recorrido está cubierto con nuestro JR Pass, incluso el tren local que tomaremos en Hiroshima y el ferry que nos llevará hasta Itsukushima. ¡De verdad que es una maravilla ese boleto!
La estación Shin-Osaka es como un minicentro comercial y la manera en que los negocios muestran sus productos te atrapa por su colorido y creatividad, ¡todo parece real! Tan sólo cruzar los pasillos de la estación para llegar a la plataforma donde tomaremos el tren bala nos toma varios minutos pero compramos un poco de pan y café en alguno de los negocios pues desayunaremos en el tren durante el trayecto a Shin-Hiroshima, acompañados de nuestro #PegMex.
El recorrido en el Shinkansen es de una hora y media hasta la estación de Hiroshima y una vez ahí tomamos otro tren local que nos llevará hasta el muelle donde abordaremos el ferry hacia la isla. No es complicado encontrar el camino pues es cuestión de seguir a la multitud de turistas que tenemos el mismo plan.
Desde la plataforma del ferry se puede ver ya la isla de Itsukushima y sus montañas. El recorrido en el ferry es de solo 10 minutos y en cuanto abordamos tratamos de encontrar un buen lugar en la cubierta para tomar fotos mientras nos acercamos a la isla. El audio del ferry nos da una descripción muy interesante de la historia de la isla y del santuario de Itsukushima, y a mitad de camino podemos ver con toda claridad el famoso tori flotante pues el día es completamente claro y soleado. ¡No pudimos tener un mejor clima para esta visita!
Después de desembarcar comenzamos a caminar por el borde de la isla hacia el Santuario de Itsukushima. Desde la explanada frente al muelle comenzamos a tomar fotografías de diferentes lugares y vistas que nos rodean, incluso podemos ver a los ciervos que caminan libremente por toda la isla. Aunque ya son cerca de las 10am y hay muchos visitantes el lugar no se siente muy aglomerado y el clima es muy agradable, podemos escuchar y ver cómo las pequeñas olas rompen de manera muy suave contra las orillas de la isla y vemos cada vez más cerca el gigantesco tori flotante que es una verdadera maravilla. Después de algunos minutos llegamos al santuario y comenzamos a recorrer sus pasillos que también parecen flotar sobre el agua.
Se siente una energía diferente, mucha tranquilidad y paz en el lugar, que también ofrece vistas hermosas de las montañas y pequeñas construcciones que la rodean. Frente a la sala principal muchas personas se acercan y efectúan pequeños rituales que yo desconozco pero observo con curiosidad, interés y sobre todo mucho respecto. Estoy maravillado con la decoración, los colores y la armonía de la construcción, y de pronto veo un lugar donde los visitantes están formados para obtener ¡diseños en caligrafía realizados por monjes del templo! Eso me emociona aún más y también hago fila para obtener un registro de mi visita, mientras tanto Bere recorre otros espacios del templo y toma muchas fotografías más.
Al terminar el recorrido del templo, le digo a Bere que tenemos que caminar hacia la base del teleférico que nos llevará a la cima del Monte Misen y para eso tenemos que cruzar algunas calles con edificios tradicionales y también el Parque Mojimidani. El plan es subir en teleférico y después bajar caminando por los senderos de la montaña para disfrutar de la naturaleza y además buscar las siete maravillas del Monte Misen. Aunque en Google Maps el recorrido hasta la base del teleférico se ve muy cerca no contaba con que la mayor parte del sendero es en ascenso por lo que nos toma más tiempo - y esfuerzo, de lo planeado llegar hasta ahí. Pero el recorrido es hermoso, pues la mayor parte es a través del bosque y aunque algo cansados, finalmente llegamos hasta el teleférico y abordamos una de las góndolas para continuar el ascenso hasta la cima.
El teleférico también nos regala vistas increíbles mientras ganamos altura y a mitad de camino debemos bajar de esa góndola, subir una sección de escaleras metálicas para llegar a otra base, y abordar una segunda góndola que finalmente nos lleva hasta la cima. Al bajar solo hay que caminar menos de 100 metros para llegar hasta el mirador. Para ese momento mi emoción es mayúscula porque los alrededores de la estación final de teleférico son increíbles, más montañas hacia el oeste y muchas islas en mitad del mar hacia el este. La imagen que guardé en mi mente estaba ahora frente a mi ojos. No podía creer que finalmente habíamos llegado AL LUGAR…
Bere y yo dedicamos muchos minutos a admirar esta postal increíble con nuestros propios ojos y después de eso dedicamos algunos más a tomar fotografías, jaja, incluso me dí tiempo para hacer una videollamada con mi familia (para ellos era cerca de la medianoche del día anterior al mío), y mostrarles a través del celular esta imagen de este mágico lugar en Japón: la cima del Monte Misen y sus vistas inigualables del Mar Interior de Seto.
Cerca de las 3 de la tarde comenzamos el descenso hacia el Parque Mojimidani y aunque yo esperaba que nos tomaría unos 40 minutos, el recorrido nos tomó casi una hora y media. Fue mucho más de lo que planeaba y mucho más cansados también pues llegamos agotados y con las piernas temblando, ja ja Pero ese recorrido a través del sendero fue muy sorprendente también en mitad del bosque y la montaña. Todo estaba resultando espectacular.
La aventura y las sorpresas que todavía nos esperaban en la isla aún no habían terminado…pero tendré que seguir con esta crónica en una publicación futura. Mientras tanto disfruten de las fotografías y videos de esta publicación y si tienen preguntas o comentarios ya saben que hacer.
¡Ya pueden leer la segunda parte!: Miyajima Island: Daisho-in Temple & Henjo Cave
En el segundo post encuentran el álbum con todas las fotos y videos de ese viaje a la isla.