La cultura Paceña es una mezcla de tradiciones indígenas y católicas, los paceños celebran la Navidad con tanta fe, como le hacen ofrendas a la Pachamama (Madre Tierra). A lo largo del año se celebran fiestas que conjugan paganismo con fe religiosa, tradiciones ancestrales con celebraciones nuevas, muchas de ellas extranjeras, en fin, constantemente hay un motivo para celebrar.
En noviembre, del 1ro al 2, en los hogares católicos se espera a las “almas” de los difuntos, con la firme creencia de éstas visitan sus casas por 24 horas y reciben las ofrendas que los familiares preparan amorosamente para ellos.
Una semana después, el día 8, el cementerio de La Paz recibe a una gran cantidad de devotos de “Las Ñatitas”, miles de personas llegan a la capilla del camposanto acompañados por cráneos humanos decorados con flores, gorras, gafas o sombreros, estos cráneos son conocidos como “Las Ñatitas” o narices chatas y son objeto de devoción desde hace mucho tiempo, la gente cree que son protectores de sus casas e, incluso, artífices de muchos milagros.
Cada vez son más las personas que reciben en su casa a una la bautizan, la adornan, le rezan y le hacen un altar donde le prenden constantemente velas, le ofrecen hojas de coca, cigarrillos y cada 8 de noviembre las llevan a misa para recibir la bendición del cura, la iglesia se llena de gente que sostiene su ñatita en bandejas o cajas de vidrio, madera y otros materiales.
En la fiesta el cráneo es el invitado de honor, se lo acomoda en una mesa especial donde esta rodeado de flores, velas y otras ofrendas que incluyen comida y cigarrillos, la gente que asiste a la fiesta baila y bebe en honor a la Ñatita, con mucho respeto le rezan y piden favores, como lo harían con un santo.