La Plaza de España es el resultado final de varios proyectos que se sucedieron durante la gestación de la Exposición Iberoamericana. En 1911, el arquitecto Aníbal González, que fue nombrado arquitecto director de la muestra, presentó su anteproyecto para la Exposición, en el que aparecían ya los terrenos sobre los que se ubicaría la futura plaza, aunque no con su diseño actual. Tras varios diseños intermedios que incluían un gran estadio deportivo, el 14 de julio de 1914, se presentó el primero en el que aparece identificada la Plaza de España. Para ocupar el vacío dejado por el estadio previsto se creaba un espacio semicircular abierto al parque de María Luisa en el que se debían construir en la parte externa los pabellones de Industria y Agricultura y el palacio de Actos y Fiestas, un paseo, después una ría, cubierta por ocho puentes y en el centro una gran espacio abierto para celebrar solemnidades o fiestas, a cuyos pies se situaría una fuente de carácter monumental.
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