Hace poco fui a Julia, nombrado por la hija del dueño, un restaurante que abrió sus puertas en 2019 en Buenos Aires ubicado en Loyola 807, en 2022 el restaurante logro estar en el top 50 mejores restaurantes de latinoamérica.
Julia es un restaurante que cuenta con menú de pasos, un menú de pasos te permite probar una variedad de platos, la cantidad de “pasos” o platos varían dependiendo el lugar.
El lugar cuenta además con el menú tradicional si uno no quiere optar por el menú de pasos. Cuando fui el menú de pasos costaba aproximadamente por persona $30000 ARS, y la opción con vino $50000 ARS, yo opte por el menú tradicional para elegir los platos que más me gustaban, de paso era la opcion mas economica.
Apenas entras se siente la amabilidad del personal, se encargan de explicar cada plato, el menú y hasta te dan recomendaciones de qué pedir y el orden, el personal consulta además si alguno tiene alguna restricción alimenticia para así poder dar un plato acorde.
Al sentarse uno elige que ordenar, y dato no menor, si no sos de tomar vino, hay agua con y sin gas la cual no es cobrada y podes beber las veces que quiera.
El menú no es muy grande, no tiene mucha variedad, yo pedí cuatro entradas, pero termine satisfecho.
La primera entrada que pedí fueron los calamares con hinojo, uvas asadas, vinagreta de torrontés y sriracha, fue el mejor plato que probé, personalmente no me gusta mucho el calamar, pero este plato me encanto, la porción en si no es muy grande, al fin y al cabo es una entrada, pero te dan ganas de pedir 4 porciones mas de lo rico que son. Si bien luego los demás platos no estuvieron a la altura del calamar, no estuvieron mal.
El segundo plato vino luego de haber terminado el primero, y fue el tartare de lomo con emulsión de pepinillos y lechuga, si bien estaba bueno, quedó en la sombra del plato anterior, al combinar el lomo con la lechuga daba un gusto muy rico, sin embargo cuando la lechuga se terminaba y solo quedaba la carne el sabor bajaba considerablemente, la carne por otra parte tenía una textura crocante muy interesante y que me recordaba a comer nueces.
El tercer plato personalmente no me gusto mucho, me pareció muy salado y era el okonomiyaki de ñame, una mini tarta la cual el sabor no era feo al comienzo pero rápidamente un gusto a sal fuerte invadía y tapaba el resto de sabores.
El último plato fue un paté de ave, chutney de estación, chips de papines que acompañamos con un pan de masa madre con manteca, este estaba muy bueno, la manteca mientras más la probabas más rica se iba poniendo, algo que me llamó mucho la atención, dado que simplemente era manteca.
En resumen, no es barato, pero es una linda experiencia para probar aunque sea una vez, si bien no probé el menú de pasos, ir a probar el menú y pedir los platos que uno quiere también lo recomiendo, para ir hay que reservar, no estoy seguro si se puede ir sin reserva.
El menu y mas informacion lo pueden encontrar en el siguiente Link

