Según leí en la información que había repartida por el monumento, fue una donación que se hizo en la segunda mitad del siglo XI para formar parte de un monasterio, hoy desaparecido, aprovechando el paso al Camino de Santiago.
Antiguamente era muy común que en el lecho de muerte se intentasen limpiar los “pecados” regalando bienes a la Iglesia; o, también, si la persona era muy beata y no tenía descendencia, era muy típico donarlo.
La cuestión, es que desde el siglo XII hasta el siglo XV fue cambiando de propietarios y realizándose distintos añadidos como un campanario o varias dependencias para la sacristía.
A partir del siglo XV se abandona (como otras tantas obras españolas) avanzando su deterioro a causa del estrago del tiempo.
A finales del siglo XIX se declara inapropiado para el culto, por lo que deja de celebrarse en su interior misas y provoca la aceleración aún más notoria de su deterioro.
En 1894, viendo la importancia y la riqueza original del templo, se declara monumento nacional y se procede a su restauración.
Para ello se desmonta piedra a piedra para volverla a construir tal y como se hizo originalmente (eliminando todos los añadidos que se fueron implementando durante los siglos).
Hoy en día se puede observar su majestuosidad original y trasladar la visión a cómo era en su época de origen, pero… ¿No estamos ante la paradoja del barco de Teseo? ¿Sigue siendo la misma iglesia? ¿O es otra iglesia con el aspecto de la original? ¿Se ha perdido la original en el tiempo, en nuestros recuerdos? ¿Ha sido buena idea trasladar su forma original perdiendo sus añadidos que, de una manera u otra, también han enriquecido el templo añadiendo los puntos característicos de cada época? Y tú, ¿Qué opinas? ¿Sigue siendo la misma iglesia? ¿es una iglesia nueva? ¿Cuántas veces se ha construido esta iglesia? ¿Una? ¿Dos? ¿Tres?
Paradojas aparte, la iglesia está construida bajo un precioso diseño románico con detalles decorativos en forma ajedrezada. Gran novedad en la época de su construcción, dichos detalles constan de cuadros hundidos y otros salientes en forma alterna.
Entre los capiteles de sus columnas te puedes maravillar entre los dedicados a la historia de Adán y Eva o a la fábula de la zorra y las uvas.
En su exterior, a modo de cornisa, se extiende un adorno ajedrezado de piedra a diferentes alturas. Además, bajo los aleros de las puertas y tejados hay varios canecillos, con gárgolas, animales, seres humanos y seres mitológicos o fantásticos.
Todo el esplendor del arte románico representados en este templo… ¿o no?