Explorando Sabana Grande de Boyá y sus Tesoros Ocultos

De la Bulla Urbana al Encanto Rural: Explorando Sabana Grande de Boyá y sus Tesoros Ocultos

Últimamente, la búsqueda de un respiro en la naturaleza a menudo se ve frustrada por el bullicio ensordecedor que invade incluso nuestros parques. Dejando atrás “Cevicos”, la capital de La Piña, nos aventuramos hacia un municipio donde aún se respira un aire de tradición, un lugar que evoca historias de caciques y que, lamentablemente, también ha sido escenario de un controvertido episodio en la historia reciente del país.

Cruzamos la línea provincial, dejando atrás a Sánchez Ramírez para adentrarnos en Monte Plata.

¡Bienvenidos a Sabana Grande de Boyá!

Aunque nuestra estancia inicial en Sabana Grande de Boyá fue breve, prometemos regresar para explorar a fondo sus encantos. La idea de recorrer sus calles y rincones a pie nos seducía, pero la noche nos encontró buscando un refugio para descansar. Encontramos un alojamiento sencillo pero acogedor por 2200 pesos, con un balcón espacioso ideal para dos personas.

La jornada había sido larga y el cansancio se hacía notar. Sin embargo, la aventura apenas comenzaba. Con una grata sorpresa bajo la manga (¡el canal de YouTube ya está en marcha!), estábamos ansiosos por descubrir las historias que este rincón de la República Dominicana tenía para contarnos.

Tras una noche de descanso, regresamos al corazón de Sabana Grande de Boyá: su parque central. Allí, una Pintura nos dio la bienvenida, el del Cacique Riquillo, figura clave en la fundación de este pequeño poblado conocido por los españoles como Guarcuya.

Sin embargo, la tranquilidad del parque contrastaba con una sensación de cierto abandono. Lo que alguna vez fue un estanque vibrante con peces, ahora mostraba signos de descuido. Afortunadamente, decidimos explorar más allá y descubrimos un lugar especial conocido como “El Cofrecito”. Aunque la noche anterior no permitió capturarlo en su totalidad, prometemos mostrarlo al día siguiente.

Y así fue. Al despertar, nos dirigimos nuevamente a “El Cofrecito del Tiempo”. Allí, un antiguo tren y elementos relacionados con la historia de la caña de azúcar yacían como testigos de otra época. Un lugar hermoso y lleno de potencial, aunque lamentablemente cerrado al público por falta de vigilancia. Una verdadera lástima, considerando su valor histórico y el atractivo que podría tener para los visitantes.

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Imágenes del “Cofrecito del Tiempo”

La tendencia de la música a alto volumen cerca de los también parques fue una constante que notamos, repitiéndose la situación vivida en Santiago Rodríguez. En Sabana Grande de Boyá, además, presenciamos una falta de civismo con personas consumiendo alcohol en espacios públicos. Una reflexión sobre la importancia de los valores para preservar la armonía de nuestros entornos.

Continuando nuestro recorrido, aprendimos que Boyá fue fundada en 1535 por el Cacique Riquillo para los españoles, quienes lo conocieron como Guarcuya. El parque central alberga la historia completa de este lugar. Nos contaron sobre una garita desde donde se obtenía una vista panorámica de la zona, y recordamos el estanque que alguna vez estuvo lleno de vida acuática. El antiguo museo, aunque en proceso de limpieza y con una atmósfera que incomodó a la encargada durante nuestra grabación, mostraba signos de abandono.

Con el tiempo apremiándonos, dejamos atrás el pueblo, conscientes de la inmensidad de lugares por descubrir en esta tierra. Prometemos volver para explorar con más calma.

En un giro inesperado, nuestro compañero decidió crear contenido improvisado, ¡y vaya que ganó tiempo con eso!

Aunque el baño no ofrecía la mejor impresión a pesar de la limpieza, la vida continuaba en este rincón.

Recordamos la historia del estanque lleno de peces, un proyecto que lamentablemente no prosperó por cuestiones de costos.

[Mención de la Glorieta y el ambiente festivo nocturno]

Nos interesaba destacar cómo el parque central fue concebido como un espacio que honra la historia local, mostrando los acuíferos y ríos de la zona. Lo que nos contaron sobre una antigua fuente llena de peces despertó nuestra imaginación.

Entendemos las limitaciones económicas, pero soñamos con ver estos espacios revitalizados con soluciones sostenibles, como la energía solar, tal como hemos visto en otros lugares.

La amabilidad de la gente de Sabana Grande de Boyá fue un detalle que nos marcó, especialmente la gentileza de una señora que nos ofreció café.

A pesar de las dificultades y las carreteras en reparación (síntoma de progreso), estos lugares aún conservan una esencia histórica valiosa. Si buscas conocer más sobre el pasado dominicano, estos son los caminos a seguir.

Dejamos atrás el centro de Sabana Grande de Boyá, no sin antes vivir una anécdota que demostró la honestidad de su gente: ¡Randy olvidó su mochila y, gracias a la ayuda de un lugareño, la recuperamos!

[Breve narración sobre la recuperación de la mochila]

Continuando nuestra exploración, descubrimos que esta área está protegida. Antes de regresar, nos desviamos hacia otro punto de interés: el Salto a 12. Como siempre, la ubicación exacta estará disponible en el mapa de Google y, si encontramos alguna inconsistencia, la corregiremos para facilitar tu llegada. Es importante tener en cuenta que, desde la ubicación marcada, hay una caminata de aproximadamente 1 kilómetro, por lo que no recomendamos bajar en coche.

A pesar de su nombre, el Salto a 12 se encuentra cerca de unas casas donde se puede dejar el vehículo sin problema. ¡Qué lugar tan maravilloso y bonito!

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Salto el 12

Decidimos bajar caminando, ya que el terreno no es apto para vehículos convencionales. Incluso los buggies tendrían dificultades. Este sendero, probablemente formado por la luvia.

[Consideraciones sobre el acceso al Salto a 12]

Aunque nos encontramos dentro de un área protegida, no vimos señalización adecuada. Sin embargo, dejaremos la ubicación precisa en el mapa para guiarte.

[Reflexión sobre la falta de señalización en el área protegida]

Continuamos nuestro camino, conscientes del problema de la falta de vigilancia y la importancia de llevarse la basura. Finalmente, pudimos observar una pequeña cascada, intuyendo que para apreciar la principal, debíamos seguir más adelante. El paisaje nos recordó a Palo Blanco en Yasica.

[Descripción del primer vistazo a la cascada]

El lugar parecía ideal para nadar, un verdadero paraíso. Nos adentramos en el charco 12, aunque nos preguntábamos si la cascada principal sería aún más impresionante, similar a nuestra experiencia en La Rejoya. Este lugar era hermoso y nos impulsó a seguir explorando.

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cascad antes de el salto del 12

[Entusiasmo por el charco 12 y la búsqueda de la cascada principal]

Avanzando, encontramos otro charco aún más grande y bonito. En un acto de rescate, salvamos a una pequeña “Avispa” que luchaba por no ahogarse.

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Salto del 12

Aunque no todo está mapeado, compartimos lo que pudimos encontrar en nuestra corta visita. Quizás en otra ocasión podamos descubrir más tesoros escondidos en estos kilómetros. Decidimos regresar, pero no sin antes conocer el verdadero nombre del arroyo: Matalozano. Si decides visitar, ¡no dudes en compartir tus fotos si encuentras charcos aún más grandes!

[Reflexión sobre la exploración y la invitación a compartir descubrimientos]

El color verdoso del agua, nos explicaron, se debe a la sombra. Para una imagen más clara, puedes visitar el video.

Encontramos otra poza encantadora, un lugar que merecería ser capturado con un dron. Sin embargo, el nuestro tiene sus propias historias (que contaremos después). Estos lugares necesitan vigilancia para protegerlos de invasores.

[Impresión sobre otra poza y la necesidad de vigilancia]

Escuchamos voces a lo lejos, indicando la presencia de más gente. A veces, las apariencias engañan, y el grupo que encontramos estaba recogiendo basura, ¡un contraste positivo con quienes lamentablemente ensucian estos entornos! Los jóvenes locales nos mostraron la belleza de las pozas y los nacimientos de agua.

[Encuentro con lugareños y reflexión sobre la limpieza del entorno]

Una persona se refrescaba en el agua, un recordatorio de lo resbaladizo que era el terreno. Randy conversó con Chulo Fortuna, quien nos contó que el lugar estaba lleno de cuevas y nos guio hacia una.

[Interacción con Chulo Fortuna y la mención de cuevas]

Seguimos un sendero ascendente y encontramos una cueva, una debajo de otra. Aunque nos hubiera gustado grabarla con mejor calidad, creemos que se aprecia la belleza del lugar con la luz natural filtrándose.

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Lugar de la cueva

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Imagen dentro de la cueva

Continuamos nuestro camino, saliendo de la cueva.

[Transición visual al salir de la cueva]

“Esto es La Vuelta del culo”. Así de extraño suena, pero esa es otra historia que les contaremos en un próximo contenido.

[Intriga sobre un nuevo lugar llamado “La Vuelta del culo”]

La cantidad de Mauras nos recordó a Yaroa, otro lugar que exploramos en un video anterior. Allí, al caer la tarde, miles de ellas se posan, creando un espectáculo natural.

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Mauras

Y finalmente llegamos al Salto Socoa. ¡Lo encontramos! Gracias a un lugareño, pudimos acceder a esta famosa cascada. Aunque era domingo y había bastante gente, eso no nos impidió grabar un poco. Para disfrutar del lugar, hay una tarifa de 150 pesos, un negocio local que involucra a autoridades y residentes.

[Llegada al Salto Socoa y detalles sobre el acceso]

Un lugar maravilloso que reafirma la riqueza natural de la República Dominicana. A pesar del bullicio, la belleza del entorno era innegable.

Concluimos nuestra jornada y partimos hacia Gonzalo para conocer ese batey, y también hacia Hato San Pedro y Santa Rosa, lugares que evocan la historia de los bateyes.

[Reflexión personal sobre las realidades del país]

Confieso que, de no haber explorado estos rincones, aún dudaría de las realidades que se viven en algunas zonas de la República Dominicana, las carencias que aún persisten en esta pequeña isla.

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Hato San Pedro

[Denuncia de la deforestación en áreas protegidas]

Y si uno se descuida, la deforestación es una amenaza constante, incluso dentro de áreas protegidas como Sabana Grande de Boyá, cercana al Parque Nacional Los Haitises. La complicidad entre autoridades y algunos pobladores parece ser un factor preocupante. Simplemente, observe las imágenes.

Aquí les mostramos nuevamente la primera entrada a Sabana Grande de Boyá, y también otra perspectiva del lugar.

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Imágenes de las entradas a Sabana Grande de Boyá

Si deseas conocer estos lugares, te invitamos a ver mas videos. Y si conoces la Cueva que buscamos, ¡por favor, déjanos un comentario! Nos vemos en la próxima aventura. No olvides suscribirte, darle like y activar la campanita si quieres seguir explorando con nosotros. ¡Hasta la próxima semana!

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@obalureasosa
The photos are absolutely stunning and really capture the essence of the town. The lush greenery, the vibrant colors of the buildings, and especially that serene shot of the river – it makes me want to pack my bags and visit right away!

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What a wonderful exploration! Your photos really capture the charm and hidden beauty of Sabana Grande de Boyá. It’s inspiring to see you highlight these less-known treasures and share them with the world. Keep up the fantastic work! @obalureasosa

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The photographs are absolute lovely as well as breathtakingly beautiful. @obalureasosa thank you for sharing these wonderful photographs along with a well narrated post.

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Wow @obalureasosa

This is a beautiful gem of a place. Thank you for sharing it with us here on connect.

Imagine swimming up to that place you captured yourself. You must be a good swimmer.

Happy guiding
Cheers

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Gracias y lo más interesante aquí en Rep dom es bien cálido :slightly_smiling_face:

Gracias por comentar :smiling_face:

Gracias :folded_hands:t4: estaré subiendo más

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Gracias :smiling_face: si e apresado a nadar con el tiempo :kissing_face_with_smiling_eyes:

Most Welcome @obalureasosa

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Gracias aqui es my interesante compartir

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You are most welcome dear @obalureasosa