Desde que llegué a República Dominicana me puse como tarea conocer al país, quería rendirle honor al mismo y romper con el patrón que había seguido en mi país natal de no explorar cada rincón.
Esta vez contaba con más experiencia como adulta, con más dinero a mi favor y con un excelente compañero de viajes. Así que, un viernes, mientras pasaban las horas en el trabajo, decidimos emprender una aventura. Irnos a Cabarete sin antes habernos organizado.
Lo primero que se nos ocurrió fue llamar a los dos centros de transporte en bus más mencionados en la capital, al menos teníamos que asegurarnos que aún quedaban salidas para la hora en la que pretendíamos partir.
Metro, no realizaba viajes después de las 4:00 pm para Sosua, que es el punto más cercano a Cabarete, así que llamamos a Caribe Tours. Este resultaba tener dos salidas más, una a las 6:00 pm y otra a las 7:00 pm. Por tan solo RD $400 (US $8) tienes un boleto de ida. El de regreso debías adquirirlo directamente en la parada del Sosua.
Así que, hicimos todo lo posible para poder llegar a tiempo. Recogimos solo lo esencial y un par de cosas de la pequeña cocina que teníamos para ese entonces. Lo más importante es incluir medicinas, como aspirinas, antialérgico e ibuprofeno, además de protector solar, crema hidratante y repelente contra mosquitos. Esto es imprescindible para disfrutar sin complicaciones un viaje a la playa. Por lo que, incluimos todo, además de meter unas toallas para la playa y agua para el camino.
Mientras metíamos todo en los bolsos y elegíamos un par de alimentos no perecederos, buscamos algún lugar dónde quedarnos. Nos topamos con un apartotel, Dolce Vita Cabarete, con cocina y una piscina. Este quedaba a una calle de distancia de la playa Kite Beach Cabarete; además que, verificamos los comentarios y reviews en Google maps y todos apuntaba a que esta era una buena opción.
Con una maleta de mano y un bolso pequeño, nos dirigimos a obtener dos tickets hacia Cabarete, un pueblo playero ubicado en la provincia de Puerto Plata.
Después de 4 horas y 45 minutos estábamos en la parada de Sosúa, listos para encaminarnos a nuestro escondite caribeño. Es un viaje un poco pesado porque el bus hace muchas paradas al menos cinco paradas durante el trayecto.
Conseguimos un taxi, que nos cobró RD$ 500 o US $10. Ya desde el inicio fue pura diversión, el taxista tenía un miniván agradable con una corneta, bocina, como las que se usan para fiestas, en la que tenía algunos éxitos salseros del país. También existe otra forma de transporte que acá se le llama concho, estos son vehículos que se comparten con otras personas y pagas RD $25 o medio dólar por un puesto. Es excelente por si quieres vivir toda la experiencia de República Dominica y ahorrar costos en transporte, lo importante es que cuides bien tus pertenecías y tengas mucha precaución con quién te relacionas.
Llegamos e inspeccionamos el apartamento, una cocina amplia, un baño de primera, una sala acogedora con un balcón espacioso y un cuarto principal agradable. Lo primero que hicimos fue cocinar unos sándwiches con atún fresco, luego una ducha y a dormir.
Esa misma noche vimos las playas en Google maps, para saber si había una que no podíamos dejar de visitar. Preferimos decidir a la mañana siguiente después de desayunar bien e hidratarnos.
Enfrente del apartamento quedaba una entrada a la playa Kite. Paradisiaca y completamente disponible. Así que, optamos por caminar y conocer todo lo que tenía que ofrecer Cabarete para los exploradores.
Ahí nos encontrábamos, entre tomar el camino hacia la derecha o hacia la izquierda, como creemos en dejar que las cosas fluyan, decidimos que una moneda nos encaminara. Después de ser cómplices del destino, descubrimos muchos resorts y hoteles espectaculares frente al mar, algunas renovaciones de locales y construcciones nuevas, pero entre tanto caminar tuvimos que recortar camino por una escuela de deportes acuáticos y adentrarnos a la carretera.
Compramos más agua y una cerveza en un localcito cercano de nuestro camino. Vimos abastos, tiendas y locales interesantes y algunos restaurantes y cafés encantadores. Había varios cajeros disponibles para poder obtener efectivo, porque la mayoría de los pagos se hacen en efectivo. Es importante recordar tener efectivo suficiente, si puedes contar con al menos RD $5,000 (US $100) para un fin de semana estarás bastante tranquilo.
Ahí estábamos frente a la playa Kite de nuevo, pero un poco más retirados del inicio de nuestro paseo, decidimos que ahí pararíamos y nos sentaríamos a disfrutar del día. Lazamos las toallas debajo de unas palmeras, nos colocamos protector.
La vista era increíble, había por lo menos 20 cometas dentro del agua, viajeros que aman el kitesurfing y se motivan a realizarlo entre las aguas de aquella playa de aguas sorprendentes.
Decidimos que era tiempo de comer y de refrescarnos realmente, así que, caminamos un poco más y entramos en un café sin comparación, Fresh Fresh de Cabarete, ordenamos dos bebidas de frutas y pasamos al plato fuerte, un café para llevar y otro rato de caminata bajo el sol.
Adquirimos unos productos que nos hacían falta para poder cocinar esa noche y pedimos un aventón, que por RD$100 (US $2) por dos personas te llevan en moto hasta tu locación, aunque no es cómodo ni muy seguro que digamos.
Llegamos, una ducha de 20 minutos y a dormir. No nos habíamos percatado de lo cansados que estábamos de haber caminado bajo los rayos de un ardiente sol por tanto rato. Al despertar cocinamos unas arepas, hablamos y planificamos nuestro siguiente día. El punto de partida sería sin duda el café del día anterior, necesitamos volver a probar ese café de espumosa leche y aromática canela.
Después de pedir otro aventón en moto, porque no volveríamos a lanzarnos el trotamundos del día anterior, llegamos, ordenamos y caminamos hacia la playa.
Ya entre las calles del centro de Cabarete vimos lugares muy lindos para comer y divertirse, para pasar el día y relajarse.
Entramos a la Playa Cabarete, caminamos hasta unas sillas de playa, seleccionamos el toldo más cercano a la orilla del mar y negociamos tres horas por RD$ 200 (US $4).
Luego de acomodarnos y colocar música, nos trajeron unas piñas colada, un trago a base de piña, leche de coco y alcohol, aunque si lo quieres con alcohol también lo puedes pedir.
Sin duda fue un fin de semana diferente y de desconexión.
Llegamos a casa, recogimos nuestras cosas y agradecimos por haber querido un poco de aventura en nuestras vidas. Encaminados hacia la parada de buses, mantuvimos una charla interesante con un local que lleva más de 30 años viviendo y creciendo entre las calles de Cabarete, prestó servicio a un hotel por no menos de 16 años y ahora tiene su propio vehículo y presta servicios de transportes y tours por la provincia.
Un pequeño tropezón en los planes nos permitió conocer un poco más de Sosúa, no había tickets disponibles para las 5:20 pm al mismo costo RD $400 (US $8), la salida que ansiábamos tomar, sino para una hora después y justo la última salida. Esperamos en un restaurancito bastante peculiar y sin estrellas para recomendar.
6:15 pm, recostados en los asientos del bus y listos para decirle hasta luego a nuestra escapada. Después de varias horas y alrededor de siete paradas llegamos a Santo Domingo, listos para regresar a la vida cotidiana, pero con un cambio de mente en cómo queríamos llevar el día a día y nuestras formas de cumplir los sueños.
Algunos tips:
- Llevar dinero en efectivo.
- Cargar un repelente.
- Tratar de negociar todo, absolutamente todo.
- Cuidar tus cosas y confiar en tus instintos.
- Comer bien el desayuno y mantenerse hidratado.
- Recoger la basura que generes si estás en la playa y botarla luego en un lugar apropiado.
- Conocer y disfrutar.
- Tomar muchas fotos.
Nos seguimos leyendo.
Eimy.