Epecuén un récord Guinness

El pueblo que desapareció y resurgió como récord guinness - Epecuen

El destino que fije en esta ocasión fue, a unas 6 horas y media de viaje desde la ciudad de Buenos Aires, unos 530 Km de distancia hasta el lago Epecuén, un famoso pueblo que a mediados del siglo XX fue el destino muchos turistas nacionales e internaciones, muy renombrado por sus aguas curativas.

La salida fue un tanto accidentada, pero al final pudimos salir, un poco tarde para mi gusto. La autopista estaba un poco cargada de autos, que regresaban del trabajo. El calor era fuerte, fue este último verano de enero, en vacaciones.

Pero antes de continuar, le contaré por qué y cuál fue mi motivación para desear ir a este pueblo tan lejos de las rutas turísticas, en la actualidad.

Hace unos dos años atrás veo una noticia vieja sobre que en un pueblo del sur oeste de la provincia de Buenos Aires, logró obtener un récord guiness por la cantidad de personas flotando en el agua salada del lago, Epecuén.

Como ya habrán leído en algunos post míos, me gusta salir a las rutas de la provincia de Buenos Aires y recorrerla, para conocer un poco su historia, su pasado glorioso, o simplemente pasar por ella. Y agregar en Google Maps los lugares que faltan.

El día y la hora del récord fue, el 29/1/2017 a las 18:55. 1941 personas flotando, tomadas de la mano. Hasta el momento dicho récord no pudo ser batido.

Esa noticia en la TV me despertó el bichito interno del Local Guides, de desear conocer ese lugar. En ese momento, no sabía cuando lo realizaría, pero estaba seguro de que, en algún momento lo podría hacer.

La llegada fue de noche y en realidad no llegamos a Epecuén, hoy no existe, está bajo el agua, esto es otra historia, que intentaré resumir más adelante. Llegamos a Carhué que forma parte del partido de Adolfo Alsina en la provincia de Buenos Aires.

Al día siguiente salimos con rumbo al lago Epecuén.

El viaje me pareció un poco tenebroso, ya que a medida que avanzamos, lo único que veía eran esqueletos de árboles muertos, a la orilla del lago, en el mejor de los caso y en otros árboles bajo el agua, donde solo aparecían algunas ramas altas del árbol muerto.

La ruta, está en muy malas condiciones, eso sumado con el calor que hacía, y el polvo extrafino que se levantaba en la ruta de tierra, era como para decir hasta aquí llegamos, regresemos, y vamos a otro sitio.

Pasamos por un viejo Matadero, antiguamente muy importante para la zona de influencia y famoso por el arquitecto que lo realizó, Salomone, si deseas leer un poco mas de eso, aqui esta este post.

El Camino continuó hasta llegar al antiguo pueblo de Epecuén, antiguamente muy importante como por el turismo termal y un poco mas atras por ser uno de los principales lugares para extraer sal.

Para entrar a recorrer sus antiguas calles tienes que pagar una entrada, casi simbólica, ya que el lugar te dejará una impresión muy fuerte, de lo que puede ser un pueblo arrasado por el agua y luego deshabitado. Hasta no quedar nada, solo los carteles con fotos ilustrativas de su pasado de gloria.

Por el año 1924 el Dr. Arturo Vatteone, con una visión de futuro logra inaugurar un sitio para el cuidado termal del cuerpo, de la misma manera, un par de años más tarde también logra inaugurar una estación de tren para facilitar el transporte de los futuros clientes a estos complejos medicinales. El tiempo continua y el lugar se va poblando con más sitios donde aprovechan al máximo las aguas termales y medicinales del lago, hasta el fatídico día del 10 de noviembre de 1985, donde un terraplén cedió por las lluvias y algunas obras hidráulicas de canales inconclusos lograron que un pueblo dedicado íntegramente al turismo, dejará de existir bajo las aguas que en dos décadas no bajaron.

Hoy podemos recorrer algunas calles y contemplar lo que fue en el pasado, es tan triste, que el paisaje es desolador, nos sentamos un largo rato con Mariano, sin hablar, solo contemplando nuestro alrededor, el único habitante estable en Epecuén es un hornero, que muy previsor lo realizó en altura, en un poste antiguo de luz.

Más tarde, fuimos a visitar el museo fotográfico y con algunos objetos del antiguo pueblo que está en lo que era la antigua estación ferroviaria, esto completo mi visita a este pueblo.

Actualmente solo hay un hotel que da todos los servicios termales del agua del lago, de hecho doy fe que podía flotar sin moverme en las aguas de la pileta, eso si nos recomendaban por seguridad no permanecer más de media hora en ellas, fue una buena experiencia.

Quizás el tiempo y nuevos visionarios sobre las propiedades curativas del agua del lago de Epecuén, uno de los más salados del mundo, después de las aguas del Mar Muerto. Le puedan dar nuevamente las glorias del polo de aguas curativas, muy usados por turistas nacionales e internacionales en el pasado.

¿Alguno de ustedes tuvieron la oportunidad de caminar por una ciudad desolada?, cuéntanos tu experiencia.

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Hi @FaridTDF Nice story. Thank you so much for your story sharing with us :heart:

Regards

Omar

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gracias a ti @OmarBD por leer el post, fue un lindo viaje :slightly_smiling_face:

@FaridTDF is something surprising and overwhelming to see these desolate images … in Colombia something similar is observed in the large swamp of Santa Marta where you see still life due to a decrease in oxygenation.

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tendrás algunas fotos de ese lago @Robert24 ,a seria interesante comparar y ver como quedo, gracias por tus comentarios.

Saludos Farid.