Se trata de un sepulcro indeterminado, de galería catalana o un dolmen simple, hecho de granito en el III milenio AC. Descubierto por Lluís Marià Vidal, en 1894, quien lo publicó por primera vez. Manuel Cazurro, en 1912, publicó una nueva planta y una fotografía.
Volado con dinamita entre 1912 y 1920, posiblemente por algún cantero. En 1986, miembros del GESEART lo reencontraron en el transcurso de una prospección sistemática por la zona. El túmulo debía de ser circular, rellenado con bloques de granito y de cuarzo más tierra. El anillo de contención exterior no queda definido, pero todavía se observan algunos grandes bloques tumbados, que pueden ser la base de muro de piedra seca. En la cara interna de la cabecera, hay un grabado con motivo en forma de escudo, de forma rectangular con los ángulos redondeados y la superficie lisa. Su estado de conservación es bueno, ya que fue objeto de una restauración integral en 1996, que optó por dejarlo tal y como estaba en la fotografía y planta de Manuel Cazurro del año 1912. Aunque no es ni mucho menos uno de mis preferidos, la historia de la voladura no me la puedo quitar de la cabeza, que locura!