El Zanjón de Granados
La ciudad de Buenos Aires tiene más de 400 años desde su segunda fundación, y a lo largo de su fundación hasta hoy pasó por varios momentos. De allí la importancia que tiene la ciudad del Buen Aire, para el rey Carlos III que la declara
virreinato del Río de la Plata en el año 1776.
Este preámbulo es para poder ubicarlos en el tiempo histórico de estos dos sitios que tuve oportunidad de visitar. El Zanjón de Granados y la casa mínima, ambos sitios del lejano pasado histórico de nuestra querida Buenos Aires.
Comenzamos, cada vez que visito BsAs, me gusta pasar por nuevos sitios, hacerles fotos y comentarios en Google Maps, y luego pasar por Connect y darles detalles que no se dejan en otras redes.
En esta ocasión, salió de pura casualidad, ya que venía de alargar la cantidad de días que me quedaba en la ciudad y recordaba que en otros viajes a Buenos Aires quise pasar a conocer los túneles del pasado, pero los horarios y días disponibles, siempre estaban todos completos, por eso les recomiendo a ustedes si deciden ir a conocerlos, accedan a la página web de elzanjon.com.ar para poder tomar el recorrido. En el sitio podrán encontrar mucha información.
La Buenos Aires del pasado encierra todavía bajo algunos metros de tierra, ladrillos y sedimentos, muchos tesoros. De hecho, la ciudad tiene que otorgar un permiso especial cuando se desea construir un nuevo edificio en el casco céntrico histórico.
La historia del museo el Zanjón de Granados, comenzó con Jorge Eckstein cuando en 1983 decidió comprar toda la propiedad para hacer un restaurante, esa era su idea original pero al poco tiempo de comenzar a mover los escombros se dio con el pasado del 1830. Descubre cisternas y un arroyo canalizado del pasado (Los terceros que traían el agua de la parte alta de la ciudad para desembocar en el Río de la Plata).
Este pasado tan interesante y digno de ser explorado, despertó toda la imaginación y el deseo de conocer más de todo este lugar, antiguamente en la época colonial, fue una gran casa de don Francisco Serrano (1755), que con el tiempo pasaría a ser la Barraca de Lezica Peña (1800), más tarde se transforma en casa de alquiler, poco después se reconvierte en los famosos conventillos (1870), con el esquema de casa chorizo, tan tradicional en esa época. Con el tiempo devienen a locales comerciales (1920), siendo abandonados todos estos predios en el 1980 o reconvertidos en canchas de padel. Por último llegamos a la actualidad donde se realizan restauraciones e investigación para recuperar todo lo que se encontraba en las excavaciones realizadas.
En este punto me gustaría contarles que podemos encontrar a Jorge Eckstein, Jorge como le dicen afectuosamente en los recorridos, contándonos anécdotas inéditas de sus descubrimientos, en las excavaciones que realizó, o hablarnos de cual es el próximo edificio o arroyo canalizado que tiene en la mira para comprar y sumarlo a este laberinto oculto y subterráneo.
El recorrido sigue por escaleras que nos hacen descender un siglo en la historia de Buenos Aires, y Beatriz, nuestra guía en esta ocasión, nos detalla parte de la historia del conventillo,
mostrándonos cuál fue el sitio exacto donde se encontraron los arroyos canalizados de hace más de 200 años de antigüedad, cuál era la forma de construcción de la época y donde estaba ubicado el primer horno de ladrillos de ese momento.
Cuando descendimos a la parte más baja y miramos el trabajo de restauración en las paredes, luminaria y columnas que sujetaban la parte superior del edificio, me quedé sorprendido, el trabajo de arquitectura es impresionante.
Las paredes nos muestran los ladrillos a la vista y parte de mampostería o revoques en las paredes, recuperados y preservados con técnicas especiales.
En determinado momento nos comenta que Jorge compró la parte de abajo de la propiedad lindante a la casa, solo para poder continuar con el arroyo canalizado, eso me dejó totalmente sorprendido. Todo el recorrido dura aproximadamente unos 50 minutos, en esta ocasión estuvimos una hora y media, era apasionante escuchar toda la historia y detalles de lo que veíamos en cada pared o tesoro recuperado.
Les cuento un poco más sobre lo que es San Telmo, por aquí encontrarás varios post de algunos Local Guides con los que recorrimos muchas de estas calles empedradas. Por ejemplo puedes pasar después por la Feria de San Telmo allí ver otros sitios muy interesantes de San Telmo, pero te comento brevemente, San Telmo es un barrio muy porteño, usado por los inmigrantes del siglo pasado cuando llegaban de la europa buscando un mejor futuro.
El Almuerzo
El recorrido fue tan interesante que decidimos regresar para hacer la segunda parte que era la Casa Mínima, pero eso lo dejamos para después de almorzar, y por eso tomamos la recomendación de ir a la vuelta del museo, al café, restaurante La Poesía. Un lugar con mucha historia tanguera y de figuras del arte porteño.
La carta o menú que tenía para comer era bastante variada, pero quiero contarles otra cosa, me llamaba la atención los pisos del bar, cuadriculados, similares a los que luego encontraríamos en la segunda visita, en la Casa Mínima, pero ya llegaremos a eso, les sigo contando sobre este particular local.
Como les decía el menú era muy variado, pastas, las tradicionales carnes y demás. Yo me incline por un Lomo a la Riojana, les comparto una foto, la carne estaba muy sabrosa y bien cocida, el postre como verán es uno que nunca falla, flan con dulce de leche, para chuparse los dedos de lo sabroso que estaba.
En las paredes del local podíamos encontrar varias fotografías de algunos visitantes ilustres que pasaron por las sillas y mesas de este histórico local.
Entrando a la Casa Mínima
Eran las tres de la tarde y comenzamos el segundo recorrido, cruzamos la calle y entramos por la puerta más pequeña de la famosa Casa Mínima.
De la misma forma que el Zanjón de Granados se convirtió en conventillo y tuvo un estilo de casa chorizo, la famosa casa mínima también. La propiedad está conformada por toda la esquina calles San Lorenzo y Defensa, el interior estaba subdividido en varios negocios, pero hoy se restauró todo el predio y se lo unificó a como era originalmente.
En el interior la guía nos contó cómo reconstruyeron todas las paredes y pisos, lo mismo que el retoque de las paredes, los techos se reemplazaron, tuvimos oportunidad de ver un pequeño bar de la época con las sillas, la caja registradora del momento, solo faltaban los compadritos y las percantas bailando al sonido de un acordeón.
El recorrido fue algo más corto y menos misterioso pero igual de interesante, ya que la historia de cómo se reconstruyó, lo hacían un sitio muy interesante para ser recorrido.
Hasta aquí llega esta historia de Buenos Aires, les recomiendo que cuando pasen por esta hermosa ciudad, aparte de saborear la mejor carne del mundo visiten lugares como este para conocer el pasado histórico de Buenos Aires, es muy rico y con historias que te sorprenderán.
Hasta el próximo recorrido por Buenos Aires