Ámsterdam: Ciudad sin límites

Ámsterdam para nosotros era una de las ciudades obligadas a visitar en Europa, su historia, ubicación y la gran cantidad de paisajes y postales que se exhiben en Internet, eran los principales motivos que nos llevaban allí. Ámsterdam tiene una gran oferta cultural, más de 50 muses y otros tantos sitios históricos. Otros de sus principales atractivos turísticos se encuentran en el barrio rojo y dentro de las coffeeshops, aqui encontrarás muy pocos turistas locales pues la mayoría son extranjeros y generan una importante derrama económica.

Día 1 – 2 septiembre 2018

Aterrizamos a las 18 horas en el aeropuerto internacional Schiphol, lo primero que hicimos fue averiguar la mejor forma para llegar a la zona céntrica de la ciudad, a pesar que nuestros viajes los planeamos muy bien, ese dato no lo habíamos investigado previamente. Resulta que utilizando un par de trenes llegamos a la zona céntrica, nuestro alojamiento se encontraba a unos 800 metros de ahí por lo que caminamos un poco y aprovechamos para comenzar a conocer la ciudad. Nuestra primera impresión fueron la cantidad de bicicletas que se utilizan como medio de transporte, de ida de vuelta, estacionadas, para nosotros fue una grata sorpresa saber que ene esta ciudad la bicicleta es el principal medio de transporte.

Ya en nuestro alojamiento decidimos alistar nuestra mochila de día para salir a cenar algo y continuar explorando más sobre esta ciudad.

Ya en la calle comenzamos a entender porque a esta ciudad le dicen la Venecia del Norte, comenzamos a ver una gran cantidad de canales, después nos contarían que tiene 160 canales con una distancia de casi 100 km. Yo siempre digo que la mejor hora para hacer fotos es al atardecer, y cuando tienes un atardecer en una ciudad como esta, tienes que aprovecharlo y disfrutarlo al máximo.

Llegamos a la cena, y si, tengo que admitirlo, caímos en una trampa de turistas. Nuestra hambre era tal, que se nos antojo la comida italiana, ya verán que la ciudad está llena de restaurantes italianos, no fue la mejor cena pero después de 10 horas de vuelo y con el jetlag, cayó muy bien.

Después de cenar decidimos seguir nuestro camino, en nuestro plan de esa noche estaba conocer el famosisimo Barrio Rojo [★★★★☆] . Caminamos por unos 15 minutos y ahí estábamos, de una manera sorpresiva nos encontramos con las primeras vitrinas, esto para nosotros era algo raro ya que en nuestra cultura latinoamericana, la prostitución no es bien vista. Con forme seguíamos caminando seguíamos viendo más y más vitrinas, digamos que es como ver una puerta de vidrio y ahí dentro pueden ver una mujer en ropa interior ofreciendo sus servicios. Podías ver mujeres para todos los gustos, según nos platicaron en uno de los tours que hicimos, la gran mayoría son empleadas por su cuenta, rentan la vitrina a un precio que varía según el horario y la ubicación, con el servicio que realizan pagan la renta del lugar y generan ingresos suficientes para vivir. También nos dijeron que hay casos en los que son empleadas de algún negocio que decide sacar el permiso y colocar sus propias vitrinas, ahí el negocio es para el dueño y sus empleados. Se dice que esta “industria” si es que puede llamarse así, genera cerca del 0.4% del PIB de los Países Bajos. Cada una de las trabajadoras está obligada a pagar impuestos y a tener un seguro medico.

Seguimos nuestro andar por el barrio rojo de Ámsterdam, comenzamos a identificar los coffee shops, si, en Ámsterdam estos lugares no son cafeterías como las conocemos en occidente, aquí es un lugar con permiso para vender mariguana y algunos alucinógenos.

Aprendimos que la venta de droga está dentro de un hueco fiscal y legal ya que en los Países Bajos no está permitido sembrar cannabis ni mucho menos comercializarla, lo que sí esta permitido es comprar y consumir dentro de estos establecimientos, pero entonces, ¿donde compran la hierva los coffeeshops?, ahí es donde esta el hueco, el gobierno cobra impuestos por el consumo pero se hace de la vista gorda.

Día 2 – 3 Septiembre 2018

Amanece en nuestro segundo día en Ámsterdam, nosotros listos para nuestra cita en el Museo de la Casa de Ana Frank [★★★★☆] , consideren que para la compra de los boletos de este museo, tiene que hacerse por internet con 3 meses de antelación. Nos tocó ver un par de personas que llegaron preguntando a los guardias y después de explicarles el proceso, decidieron retirarse. Les recomendamos tomar la entrada más temprano que se pueda, aun y cuando su lugar está asegurado, hay menos aglomeración de gente y les permite contemplar la zona y tratar de imaginarse como fue en aquel tiempo cuando Ana vivía en esa casa.

A nosotros se nos hizo temprano y para que la espera fuera más dulce, encontramos un lugar muy cercano llamado Amsterdam Pancakes [★★☆☆] donde vendían café y unos pancakes miniatura, nada del otro mudo pero sirvieron para calmar el hambre.

Llegó la hora de entrar al museo, des-afortunadamente para nosotros, en el interior del museo/casa no permiten tomar vídeo ni fotografías, así que eviten cargar con sus equipos. No escribiré tanto sobre el recorrido que se realiza, puedo decir que para nosotros el museo fue una experiencia desgarradora, con el uso de la audio guía es posible remontarte a los años de ocupación nazi en la ciudad y entender la forma en que la familia Frank tuvo que intentar sobrevivir, la historia la conocemos la mayoría y sin duda es una visita obligada.

Después de la visita al museo, que dura al rededor de una hora, pasamos a desayunar algo y nos apresuramos para subir la torre de la Iglesia del Oeste (Westerkerk en holandés), esta torre es la más alta de la ciudad, por 7.5 euros, un guía acompaña un grupo durante el recorrido de 30 minutos hacia el mirador. Desde el mirador puedes observar la ciudad completa, su conjunto de canales, sus tejados color café rojizo, sin duda una postal muy europea diría yo.

Para continuar la agenda de nuestro día, nos dirigimos hasta el barrio de los museos, tengo que confesar que nosotros no somos muy apegados al arte, pero conocíamos de van Gogh y teníamos muy buenas referencias de su museo, así que llegamos a la hora programada para iniciar nuestro recorrido.

De nuevo, la audio guía se convierte en un factor muy importante, también hay visitas guiadas pero la ventaja de la audio guía es que haces el recorrido a tu ritmo. Nosotros conocíamos vagamente la historia de Vincent van Gogh pero la audio guía nos fue llevando poco a poco a lo largo de su vida, también, pudimos apreciar desde otra perspectiva sus obras maestras y a saber más sobre él. Las fotografías también están prohibidas, en especial a las obras de arte. Punto importante, la obra más popular de Vincent: La noche estrellada, no se encuentra en este museo, esa pintura está en el MoMA (The Museum of Modern Art) en Nueva York.

Por la tarde casi al anochecer, decidimos dar un paseo por los canales de Ámsterdam, tomamos uno de los tantos cruceros que se ofrecen cerca de la estación central. El paseo duró aproximadamente una hora y en ese tiempo el crucero recorre los canales internos y externos de la ciudad. Los paisajes desde los canales se vuelven totalmente fotogénicos.

De regreso a nuestro alojamiento identificamos un negocio de papas fritas muy famosos en Ámsterdam se llama Manneken Pis [★★☆☆], lo que las hace deliciosas son las combinaciones que puedes hacer con sus 22 salsas distintas, digamos que para nosotros se convirtió en un aperitivo obligado de la ciudad.

Día 3 – 4 de Septiembre 2018

Para el tercer y último día en Ámsterdam decidimos tomar un tour gratuito, recomendamos ampliamente este tipo de tours que pueden encontrar en Internet. Los tours normalmente duran entre 2 y 3 horas y comúnmente son caminando, es decir, no requieres tomar transporte público a menos que la distancia lo requiera.

Nuestro punto de encuentro fue frente a la Estación Central , edificio que fue construido en el siglo XIX, y para el cual fue necesario construir islas artificiales. De aquí entran y salen los trenes que unen a Ámsterdam con el resto de las ciudades europeas.

En nuestro tour-recorrido aprendimos muchas cosas, aquí una lista con las que nosotros creemos son las más importantes:

  • Se le dice Países Bajos porque la mayor parte del territorio nacional está por debajo del nivel del mar.
  • Las 3 equis (XXX) no tienen que ver con la prostitución y la pornografía, incluso tiene hasta 3 diferentes significados que ni los mismos ciudadanos saben definir, lo que si es verdad es que representa la bandera del ayuntamiento.
  • Las fachadas de las casas son así de pequeñas ya que en la edad de oro el impuesto correspondía al tamaño de la fachada.
  • Hay una iglesia justo en el barrio rojo, según nos cuentan, hubo un tiempo en que la iglesia le cobraba a las prostitutas una clase de impuesto a cambio de protección

El tour gratis terminó en el mercado de las flores, que por las fechas realmente era el mercado de los bulbos, ahí pasamos a una tienda de quesos donde tuvimos la oportunidad de probar una gran variedad de productos.

Por la tarde terminamos nuestra visita a Ámsterdam recorriendo la ciudad y disfrutando de un atardecer espectacular. Disfrutamos mucho la ciudad, creemos que el tiempo que le dedicamos fue el adecuado, visitamos algunos museos y recorrimos muchos de sus canales. Algo que no nos gustó fue la suciedad que hay en el agua, mucha gente irresponsable que tira la basura en el agua y ocasiona este problema. Ojalá se haga más conciencia al respecto. Esperamos volver y de paso tener la oportunidad de visitar más ciudades de este estupendo País.

https://alifepurpose.blog/2018/09/24/amsterdam/

https://www.youtube.com/channel/UCeVlGG605JEMEHmtiM-WMTw

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