[Este post es parte del reto #DesafioDeEscrituraEnEspañol propuesto por @SilvyC y me da el pretexto para escribir sobre el último viaje que hice antes de que comenzara la pandemia.]
Debo decir que para mi lo normal es planear y hacer mis reservaciones para los viajes que están relacionados con eventos deportivos con mucho tiempo de anticipación, a veces hasta un año antes. Así que cuando Carolina nos platicó iniciando el 2019 que se había registrado para el IronMan Cozumel y que su competencia sería en noviembre… nosotros, su porra oficial (Ceci B, Hector y yo), de inmediato nos unimos para actuar como Support Crew para ese reto monumental. Muy pronto, Ceci E, la roommate de Caro, se sumó para competir también en ese IronMan.
El siguiente paso fue buscar una casa en Cozumel para rentarla durante el fin de semana del evento, y vuelos para llegar a esa increíble isla en el Caribe mexicano. Las triatletas compraron sus boletos de avión antes que nosotros y consiguieron vuelos directos a la isla, mientras que el Support Crew compramos vuelos a Cancún y desde ahi, nos movimos en autobús a Playa del Carmen para luego abordar un ferry hacia la isla.
Las aventuras son parte de nuestros viajes: el viernes que volamos Ceci B perdió su vuelo y ya no pudo encontrar uno nuevo, pero Roberto, otro amigo triatleta se sumó a nuestro equipo como competidor, y Luis y Adrián se integraron al Support Crew.
Nuestro vuelo a Cancun desde CDMX transcurrió sin problemas, Héctor y Luis estaban muy emocionados porque nunca habían viajado a Cancún o Cozumel. Mientras nosotros aterrizábamos los atletas ya estaban entrando a la casa en Cozumel, pero nosotros aún debíamos llegar a Playa del Carmen para tomar el ferry. Aprovechamos para comer en un restaurante en la famosa 5ta Avenida, del que había leído buenas reseñas: Las Hijas de la Tostada.
En este restaurante la especialidad son justamente las tostadas, pero también puedes encontrar los deliciosos tacos Gobernador y mucha variedad de platillos basados en mariscos, además de hamburguesas, así que recuperamos fuerzas para seguir el viaje hasta Cozumel.
Después de comer, fuimos rápidamente hacia el embarcadero de Playa del Carmen para abordar el ferry de la compañia Ultramar. Un recorrido de unos 45 minutos que hicimos ya de noche nos impidió disfrutar de los colores azul turquesa del Caribe mexicano, pero lo importante era llegar a la casa para finalmente reunirnos todos.
Al llegar a la casa comprobamos que estaba increíble, habitaciones suficientes para todos, una alberca muy grande y un solar con sofás que nos permitían descansar junto a la alberca si lo quisiéramos. Nuestros amigos triatletas ya estaban preparando todo su equipo para el evento a pesar de que era viernes y la competencia estaba programada para el domingo. Pero la tarde de ese día ya habían visitado el Centro de Convenciones de Cozumel para recoger sus paquetes y también pasaron por el arco de meta que ya estaba instalado frente al Palacio Municipal de la isla. Al día siguiente, sábado por la mañana, tendrían una práctica de natación en el Parque Chankanaab, y llegarían a ese lugar rodando en sus bicicletas para aflojar las piernas y preparar su cuerpo también. Así que mientras ellos preparaban sus equipos, vestuario e insumos calóricos para la competencia yo aproveché para meterme en la alberca en la noche de Cozumel. ¡La emoción podía sentirse en todos!
El sábado por la mañana todos salimos muy temprano y mientras los atletas rodaban hacia el Parque Chankanaab a unos 10 kms de nuestro centro de operaciones, nosotros tomamos un taxi para llegar al mismo lugar. Este parque es el punto donde ellos terminarian la etapa de natación con la que comienza el IronMan: 3.8 kms de natación, seguidos de 180 kms en bicicleta y al finalizar… se debe correr un maratón completo para poder llegar a la meta y ser merecedores del título IronMan.
El Parque Chankanaab es un verdadero paraíso, ubicado junto al mar tiene muchas actividades para realizar en sus instalaciones, camastros, hamacas, delfines, lago, ruinas mayas, entre muchas otras actividades, Mientras los atletas realizaban su práctica de natación, el Support Crew nos dedicamos a disfrutar del lugar. ¿Qué otra cosa podíamos hacer?
Terminando la práctica en Chankanaab volvimos al centro de la ciudad para comer y esta vez elegimos Rock ´n Java, donde acompañamos a nuestros atletas a realizar la necesaria carga de carbos. Extrañamente el Support Crew tambien hizo carga de carbos como si fueran a competir en el IronMan al día siguiente pero también lo necesitamos por que ser porra oficial también es desgastante…
Una característica de este restaurante es que está localizado justo a orilla del mar y mientras disfrutas tus alimentos tienes vistas exquisitas del mar de Cozumel.
Adicionalmente era necesario pasar al centro del Cozumel pues ahi estaba ubicada la Zona de Transición 2, el punto donde cambian de bici a carrera, y los atletas necesitaban dejar perfectamente instalados los insumos y equipo que necesitarían en ese punto de la competencia.
Terminado eso volvimos a nuestro centro de operaciones porque la alberca me esperaba y nuestros atletas debían preparar los últimos detalles. Alimentación antes de dormir, y dormir temprano pues el domingo todos debíamos levantarnos muy temprano, alrededor de las 4am para llegar al punto de arranque del IronMan.
La primera parte de esta aventura se queda hasta aquí, porque nunca puedo ser breve en mis crónicas, pero en la siguiente entrega platicaremos sobre toda la competencia y los últimos momentos en Cozumel el lunes antes de regresar a Ciudad de México.
¿Lograron nuestros atletas terminar esta extenuante competencia? ¿Tuvieron que abandonar por el agotamiento? Lo sabremos en la segunda parte mientras disfrutando de nuevas imágenes de Cozumel!
Espero que tengan energía para vivir la segunda parte!